ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Justicia eliminará la cárcel para delitos de expresión

Moncloa revienta a Podemos el anuncio de su ley para derogar injurias a la Corona

- I. VEGA/V. R. ALMIRÓN

que era cuando delinquió. En el caso de los condenados del ‘procés’ ve difícil justificar el perdón de quienes «no sólo no muestran arrepentim­iento alguno, sino que reafirman su voluntad de volver a delinquir». «Si estamos hablando de un perdón político, no es el indulto lo que procede» porque aunque aparenteme­nte lo proyecte sobre una persona en particular, en realidad se trata de una «justificac­ión colectiva». «Si va a haber indultos en serie, entonces estamos hablando de una amnistía encubierta», advierte.

Coste político

A su juicio, si esto es lo que se pretende, la única solución legal posible es modificar el delito de sedición en vía parlamenta­ria o una ley específica de amnistía, pero reconoce que para el Gobierno, el coste de subir a la tribuna del Congreso a explicarlo, enfrentars­e a la oposición y sacar esa ley adelante sería mayor que el impacto que pueda tener una

Pese a la oposición del tribunal el Gobierno puede indultar, pero solo de forma parcial eventual decisión del Consejo de Ministros, más rápida, además. «¿Estaría el Ejecutivo dispuesto a poner al mismo nivel a los presos del ‘procés’ que a los represalia­dos de la república (amnistía

El Ministerio de Justicia prevé una reforma del Código Penal para eliminar las condenas de cárcel en los delitos «relacionad­os con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión» de manera que « sólo se castiguen conductas que supongan claramente la creación de un riesgo para el orden público o la provocació­n de algún tipo de conducta violenta» y se haga «con penas disuasoria­s, pero no privativas de libertad».

La reforma, de la que avanzó un brochazo anoche Moncloa matizado después por Justicia, afectará al enaltecimi­ento del terrorismo y humillació­n a las víctimas, las injurias a la Corona y a otras institucio­nes y los delitos contra los sentimient­os religiosos, que dejarán de estar castigados con pena de prisión.

Además, quedarán «al margen del castigo penal» los «excesos verbales» cometidos «en el contexto de manifestac­iones artísticas, culturales o intelectua­les». No es casual. El rapero conocido como Pablo Hasel deberá ingresar en las próximas horas en prisión por orden de la Audiencia Nacional para cumplir una sentencia firme de nueve meses de cárcel por enaltecimi­ento del terrorismo teniendo ya del 39) o a los del franquismo (amnistía del 77)?», se pregunta.

El catedrátic­o de Derecho Penal Luis Rodríguez Ramos recuerda que el Gobierno concede muy pocos indultos, que han de basarse en razones de justicia y equidad. Insiste en que se trata de una medida individual­izada, atendiendo a las circunstan­cias personales de cada condenado, que obviamente no pueden ser las mismas en todos los casos. «Si estás amnistiand­o a todos los que han ejecutado el delito, usurpas una atribución del Legislativ­o de modo encubierto y en fraude de ley», señala el penalista. «Lo que no se puede hacer por la vía del indulto es olvidar, por razones políticas, que se ha cometido un delito» porque entonces el camino es otro: la amnistía.

Si esto es lo quieren hacer, argumenta, el Ejecutivo puede impulsar ese perdón colectivo en el Congreso y «borrar el delito y las penas de un plumazo». También cuenta con la opción –de heantecede­ntes penales. Es una de las causas de las que ha hecho bandera Podemos, que iba a anunciar precisamen­te hoy un proyecto de ley para «derogar» estos delitos y a quien la Secretaría de Estado de Comunicaci­ón robó anoche el protagonis­mo. En juego, capitaliza­r el manifiesto y la protesta de ayer en favor de Hasel y de contexto, la competició­n entre los socios y la campaña electoral en Cataluña. El socio minoritari­o del Gobierno asegura que en España existe «una deriva autoritari­a que ha llevado a restringir de manera alarmante el derecho fundamenta­l a la libertad de expresión» y defienden que estos artículos no tienen cabida.

Mientras, en Justicia ven necesaria la reforma porque «estos tipos penales adolecen de una cierta indefinici­ón del bien jurídico protegido», generan «insegurida­d» y tienen «difícil delimitaci­ón» con la libertad de expresión.

Anuncio contradict­orio

Se apoya en la jurisprude­ncia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por la que los delitos de injurias acaban ya archivándo­se en la Audiencia Nacional. No obstante, siguen vivas las causas por enaltecimi­ento del terrorismo y esta es la línea más delicada. El Ejecutivo habla ahora de libertad de expresión en este maerco, cuando hace un par de días el titular de Interior, Fernando GrandeMarl­aska, anunciaba un «nuevo régimen sancionado­r » contra los homenajes a etarras. cho ya está encima de la mesa del Ministerio de Justicia– de rebajar la pena del delito de sedición, lo que beneficiar­ía a los presos del ‘procés’ por ser más favorable.

Para el catedrátic­o de Derecho Constituci­onal de la Universida­d Rey Juan Carlos José Manuel Vera, «si hay algo que un país no puede perdonar, es un delito contra el propio Estado».

Señala el profesor que aunque el perdón se envuelva en la figura de indultos individual­es, «perdonar a todos de la misma manera y a la vez sería en la práctica un perdón colectivo», algo, además de fraudulent­o, «éticamente deplorable». Tampoco convence a Vera la viabilidad de una amnistía para condenados por sedición, pues aunque la Constituci­ón no la prohíbe, supone, en su opinión, que «el propio sistema atenta contra sí mismo» al cuestionar sus propias resolucion­es judiciales y los pilares que sostienen el Estado de Derecho.

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