ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El juez reactiva el caso Dina con un nuevo análisis sobre la tarjeta
Siguiendo el mandato del Supremo, pregunta a la Policía sobre el estado del dispositivo
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha acordado la reapertura del caso Dina y ha librado, como primer paso, una providencia que pregunta a la Policía Científica si es «técnicamente posible» acceder a la tarjeta del móvil robado a la exasesora de Pablo Iglesias Dina Bousselham.
Este movimiento es consecuencia del mandato de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que el pasado 27 de enero devolvió al instructor la exposición razonada que había elevado pidiendo la imputación, entre otros, de Pablo Iglesias. Le ordenó seguir investigando los indicios que apuntaba por delitos de revelación de secretos y de daños informáticos y le instaba, en este sentido, a practicar una batería de diligencias imprescindibles para poder profundizar. Son las mismas que el juez declinó hacer cuando la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la propia Audiencia Nacional le dijo que no podía seguir investigando a Iglesias, dado que goza de aforamiento.
Sobre la tarjeta, el Supremo pidió al instructor que, entre otras diligencias, ampliase la pericial ya realizada sobre el dispositivo para «precisar cuáles son las causas que impiden acceder a la información de la tarjeta, cuál fue el sistema o la técnica empleada para proceder al borrado, eliminación, deterioro, inservibilidad o inaccesibilidad de los archivos que la tarjeta contenía, y si es posible proceder a la recuperación de todos estos datos y fecha del último acceso».
Viabilidad técnica
De ahí que García Castellón haya acordado preguntar a la sección de Ingeniería e Informática de la Unidad de Policía Científica que informe primero sobre si es «técnicamente posible» entrar en el dispositivo. Deben «comprobar la viabilidad técnica y material» de someter la tarjeta a las pruebas que indica el Supremo.
Esta decisión es así el primer paso de la segunda vida del caso Dina en la Audiencia Nacional y se produce en un momento en que la causa está fracturada en dos, pues el instructor ya ha acordado el procesamiento del comisario José Manuel Villarejo y dos periodistas de ‘Interviú’ por cuyas manos también pasó la tarjeta de Bousselham. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal aún debe pronunciarse sobre los recursos que todos ellos plantearon.
Siguiente paso, Bousselham
Tras la contestación de la Policía Científica y en función de la posibilidad de practicar o no, esa nueva y más completa pericial, el juez, siguiendo los pasos marcados por el Supremo, debería llamar a los técnicos de la Policía que hicieron el primer examen para que ratifiquen sus conclusiones. Veían imposible determinar el origen de los daños que sufría la tarjeta, más allá de constatar que por dentro no funcionaba y por fuera tenía unas quemaduras producidas por el raspado en un servicio técnico que la tuvo en su poder.
Después, sería el turno de citar a Dina Bousselham, una diligencia que quedó paralizada por la prohibición de la Sala de lo Penal de investigar a Iglesias y que ahora se vuelve crucial. Deberá manifestar expresamente si quiere emprender acciones contra él por revelación de secretos, dado que tuvo en su poder esa tarjeta, sin decírselo y habiendo consultado su contenido íntimo; o, por el contrario, le perdona la conducta porque tenía su permiso o ahora se lo da con carácter retroactivo.
Además, tendrá que dejar negro sobre blanco en qué estado se encontraba la tarjeta cuando después de unos meses, él se la devolvió, pues se ha venido contradiciendo en sus manifestaciones al respecto en la Audiencia Nacional.
Si primero lo perdona y lo segundo, diga lo que diga, no se puede acreditar, el asunto no tendrá más recorrido. Por el contrario, si las periciales llegan a acreditar un daño en el dispositivo atribuible a Iglesias, o ella, sorpresivamente, decidiese ir contra él, el caso podría volver al Supremo.
Una consulta García Castellón pide un informe para saber si es «técnicamente posible» acceder
al dispositivo