LA ‘LEY TRANS’

No me explico la que ha liado la derecha, cuando es más que necesaria la ‘ ley Trans’

ES que son ganas de liarla. ¿Pues no protestan porque se vaya a aprobar la más que necesaria ‘ley Trans’? No estoy muy al tanto de la cuestión de la ‘ley Trans’, desde que apago la tele cuando empiezan a hablar de lo que le dijo Salvador Illa a Carolina Darias cuando le traspasó la cartera de Sanidad: «Verás lo bien que lo vas a pasar en el cargo». Tras más de sesenta mil muertos por la pandemia, eso sólo se le dice a quien vaya a tomar posesión como director de una funeraria. Ya les digo que no me explico la que ha liado la derecha, cuando es más que necesaria la ‘ley Trans’. Vaya de lo que vaya, es más que urgente, ¿a mí qué más me da de lo que sea, si quiero aplaudir al Gobierno por una sola vez y sin que sirva de precedente?

La ‘ ley Trans’, ley de Transporte, es más que urgente, entre otras cosas para que recoja que los conductores de camiones de gran tonelaje sean indemnizados convenientemente por las horas perdidas sin avanzar un solo kilómetro cuando hay una gran nevada y quedan días retenidos y abandonados a su suerte, como la de esa Filomena que ahora parece que nunca existió, o como cuando por una tontería de nada ser forman colas kilométricas en la frontera de Francia.

La ‘ley Trans’, ley del Transeúnte, es no menos importante, que proteja al peatón, ahora amenazado en las aceras por toda suerte de bicicletas y patinetes, no sólo sin matrícula para poder identificarlos cuando nos arrollan, sino sin seguro obligatorio en caso de atropello por ir por donde no deben y a la velocidad de locos.

La ‘ley Trans’, ley de la Transparencia, también se impone; todo el mundo hablando de que los políticos y sus partidos han de ser a efectos de honestidad y de no meter la mano en la caja ni la cuchara en el perol limpios como el rayo de sol por el cristal, sin romperlo ni mancharlo; y que yo sepa en mis cortas luces, hasta ahora mucha transparencia verbal pero muy poca legal para imponerla.

La ‘ley Trans’, ley de la Transpiración, imprescindible en los días de mascarillas que vivimos (aunque no vayamos a celebrar el Carnaval precisamente por eso, porque hay que usar mascarilla en vez de máscara). Y no sabemos de un modo efectivo, en un anexo a la ley redactado por los expertos que no saben nada, por ejemplo, con qué mascarilla te asfixias menos y te dan menos ganas de quitártela a pesar de las normas sanitarias: si con la higiénica, si con la quirúrgica, si con la FFP2 que nos pone a todos cara de pato del estanque, si con la FFP5 o si con la FFP7, que a lo mejor la hay y nosotros sin enterarnos. Nada, nada, una ley para que sepamos como en el Tenorio, dónde más la luna brilla «y se respira mejor».

Y más ‘ leyes Trans’ que habría que promulgar, como la ley del Transatlántico para que no vuelva a repetirse lo del Titanic, o la ley de la Transcripción Fonética para que se entretengan en la RAE. Cientos de ellas, ¿Pero ponerse así por una simple ‘ ley Trans’, señores de...? Iba a decir de Vox, pero como recomiendan los tíos que no se lea ABC, donde las dan, las toman.