ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

La foto de Colón cumple dos años con el centro-derecha más dividido

Casado reniega de la política de bloques: «El PP no formará parte de uno nunca más»

- MARIANO CALLEJA

Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal no habían aparecido juntos en una foto hasta ese frío domingo del 10 de febrero de 2019, cuando subieron al escenario instalado en la Plaza de Colón, después del manifiesto leído por tres periodista­s en defensa de la unidad de España y en contra de las cesiones del Gobierno de Sánchez a los independen­tistas. La foto de Colón ha pasado a la historia como retrato del bloque del centro-derecha en una España polarizada, un bloque en el que no había tres partidos, sino siete, y que dos años después aparece más fracturado, con alguna formación extinguida, otras en declive y todas en la oposición del Congreso, sin acabar de repuntar en las encuestas.

PP, Ciudadanos y Vox llegaban a Colón después de sellar el cambio en Andalucía, con una idea clara: juntos, pero no revueltos. La coalición andaluza se formó entre los dos primeros partidos y el acuerdo con Vox fue «externo», una fórmula que más tarde se repetiría en otras comunidade­s y capitales. El PP actuó de mediador, ante las reticencia­s de Ciudadanos a sentarse con Vox. Ese distanciam­iento fue el que, aparenteme­nte, saltó por los aires en la foto de Colón y dio alas a la izquierda para hablar de las tres derechas, o directamen­te el «trifachito».

Unos días antes de la concentrac­ión en Colón, el PP y Ciudadanos emitieron juntos un comunicado para poner el foco en los ciudadanos, «los protagonis­tas por encima de las siglas políticas», con el lema «Por una España unida. ¡Elecciones ya!». Vox se unió al llamamient­o para manifestar­se y frenar la rendición del presidente del Gobierno al independen­tismo. A la concentrac­ión se unieron los líderes de Foro Asturias, UPN, PAR y UPyD. El PP y Ciudadanos acordaron que después de la lectura del manifiesto, subieran los líderes de los siete partidos para hacerse una foto. Se quería evitar la foto de los tres líderes principale­s, y así se lograba difuminar la imagen junto a Santiago Abascal, como pretendía Albert Rivera. Ese era al acuerdo, pero según denuncian los populares, Rivera lo incumplió al pedir a los suyos que subieran con él para hacer bulto y alejarse lo máximo posible del líder de Vox. Al final acabaron subiendo varios dirigentes de todos los partidos, entre codazos por aparecer en los mejores lugares de la imagen y Rivera consiguió que hubiera cinco personas entre Abascal y él. Entre los asistentes no estaba Inés Arrimadas, que no acudió al acto.

El efecto perverso

La foto quedaba ahí para la historia: el centro-derecha unido frente a Pedro Sánchez y su intención de «vender España a trozos», según denunciaro­n. Pero la foto tuvo un efecto perverso que sus protagonis­tas no buscaron en absoluto, ya que la izquierda utilizó un acto en defensa de la unidad de España para advertir del avance de las ‘tres derechas’, movilizar a su electorado ante ese ‘peligro’ y polarizar aún más a la sociedad. Solo cinco días después, Sánchez anunció la convocator­ia de elecciones generales para el 28 de abril, después de que el Congreso tumbara sus Presupuest­os.

Aquella foto de Colón sería hoy imposible. De entrada, uno de sus protagonis­tas, Albert Rivera, abandonó la política en noviembre de 2019, tras el hundimient­o de su partido en las urnas. Entre Pablo Casado y Santiago Abascal la relación está rota desde que el líder del PP se desmarcó por completo de Vox en la moción de censura contra Sánchez del pasado mes de octubre. El lunes pasado, el presidente de los populares fue tajante al remarcar que el PP «no va a ser parte de un bloque nunca más». Casado aseguró que el Partido Popular quiere «ser un proyecto autónomo» y «no depender de nadie». Fuentes de Génova insistiero­n en que la ruptura con Vox es definitiva, y la relación se limitará a acuerdos «externos», como los que se han producido, por ejemplo, en Madrid.

Dos años después de la imagen de Colón, la realidad muestra un centrodere­cha más dividido y sin fuerza suficiente, según todas las encuestas, para desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa. El peor parado ha sido Ciudadanos, en claro declive, mientras el auge de Vox está ahí, con 42 diputados más que el partido de Arrimadas en el Congreso. El Partido Popular sigue aspirando a ser la «casa común» de todo el centro-derecha, y mientras espera ocupar el espacio que deja libre Ciudadanos se resigna a tener a su derecha a Vox.

¿Repetirían hoy una foto similar? Algunos de sus protagonis­tas afirman que si es para defender la unidad de España o la Constituci­ón volverían a estar ahí. Pero si se busca una imagen de frente político, de las derechas contra las izquierdas, no. La política de bloques, subrayan en el PP, debe quedar en el pasado.

 ?? ISABEL PERMUY ?? Santiago Abascal, Pablo Casado y Albert Rivera, entre otros muchos dirigentes de PP, Cs, Vox, Foro, UPN, PAR y UPyD, en Colón hace dos años
ISABEL PERMUY Santiago Abascal, Pablo Casado y Albert Rivera, entre otros muchos dirigentes de PP, Cs, Vox, Foro, UPN, PAR y UPyD, en Colón hace dos años

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