ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Ruth Dayan (1917-2021)
Los avances en la promoción de la mujer y la paz con los árabes, entre sus logros
Adía de hoy es frecuente que la mujer de un político, o de cualquier otra personalidad, opte por divorciarse y lo haga público. Hace medio siglo, sin embargo, pocas se atrevían a dar ese paso. En cambio, en el año 1971, Ruth Dayan, demasiado harta de las infidelidades de su marido, el general Moshe Dayan, no solo superó ese miedo al pedir el divorcio y echarle del domicilio familiar, sino que extendió la osadía publicando un libro (’Or Did I dream the dream? The Story of Ruth Dayan’) en el que, con elegancia, pero con firmeza, desmontó el mito del héroe de las tres guerras que consolidaron a Israel como Estado. El militar ya no volvió a ser el mismo.
Pero la verdad obliga a decir que la trayectoria vital de Ruth Dayan trasciende con creces este episodio. Ha sido mucho más que una mujer de. En los años cincuenta, el Gobierno israelí le pidió un esfuerzo de imaginación para dar trabajo al aluvión de inmigrantes que llegaban a su suelo. El resultado fue la puesta en marcha de ‘Makit’, una casa de moda especializada en bordados étnicos y demás tejidos –alcanzó fama con los ‘abrigos del desierto’–, dado que era la primera habilidad de sus empleados, y que se fue ampliando a otras actividades, como la platería, y también a personas, procedentes de grupos no judíos de Israel, es decir, palestinos, drusos, beduinos, libaneses y sirios. La marca llegó a tener hasta diez tiendas en territorio israelí y una en la ciudad de Nueva York.
Aunque su mayor logro fueron los avances en dos causas de especial importancia para Dayan: la promoción de la mujer y la paz con los árabes. Tenía la convicción de que las iniciativas de base podían propagarse hacia las alturas; de ahí que, al margen de apoyar multitud de esfuerzos diplomáticos, protagonizase gestos espectaculares, a veces impopulares en Israel por la sociedad, como cuando plantó un árbol junto a su gran amiga, la poetisa Raymonda Tawil, futura suegra de Yasser Arafat o la creación de un grupo común con palestinos para fomentar la comprensión entre ambas poblaciones.
Una trayectoria poco previsible para la hija de un matrimonio de judíos de origen ruso, emigrados a Palestina poco antes de la Primera Guerra Mundial para apuntalar un incipiente sionismo. Cuando cumplió 18 años, la joven Ruth se marchó a vivir sola a un kibbutz. Allí conoció a Moshe. El resto es historia. La de ellos y sobre todo la de Israel.