ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La larga mano del PSC en RTVE, origen de la crisis del rótulo de la Princesa Leonor
El Consejo de Informativos culpa a Enric Hernández y a Mateo por subcontratar la información
Enric Hernández nunca fue bien recibido en RTVE. El primer efecto de su nombramiento en septiembre de 2019 como director de Información y Actualidad fue la dimisión de Begoña Alegría como directora de Informativos. Le habían puesto encima un cargo inventado dentro de un organigrama insólito, con una administradora única, Rosa María Mateo, que ya llevaba más de un año como provisional.
Incluso quienes alaban como periodista al exdirector de ‘El Periódico de Catalunya’ destacan su ignorancia sobre la corporación, que apenas conocía como tertuliano. La crisis por el rótulo ofensivo sobre la Princesa Leonor ha intensificado las críticas contra Henández y otros cargos cercanos al PSC, cuyos nombramientos han llevado a esta situación.
El Consejo de Informativos, que nunca ha sido muy hostil a la actual dirección, publicó ayer una nota en la que culpa a Rosa María Mateo y «en particular» a Enric Hernández, que «decidió subcontratar parte de la producción y redacción de este programa que la Corporación califica de ‘infoentretenimiento’ y que este Consejo siempre ha considerado un programa informativo». «Lo ocurrido no es ajeno al hecho de confiar algo tan sensible como la información de un canal público a una compañía privada, hecho que prohíbe expresamente el actual Mandato Marco», añade el Consejo.
Frente a otros directivos sin plan, a Enric Hernández no se le puede acusar de inactividad. Su tónica constante es,
Uno de los despedidos sigue haciendo chistes sobre Leonor y su abuelo en efecto, el fomento de las tertulias políticas en detrimento de la información pura. El propósito es doble: politizar la parrilla a imagen y semejanza de La Sexta –aunque sin público– y permitir que esos programas híbridos contraten personal externo, algo ilegal en el caso de los informativos. Justo por ese caballo de Troya entraron los responsables del rótulo.
Lo irregular de su fichaje fue lo que propició su despido, criticado desde Podemos, CC.OO. y por el Consejo de Informativos, que lo califica de «precipitado». Si hubieran llegado a RTVE por otra vía, probablemente habrían sido cambiados de puesto, pero en este caso suponía un nuevo agravio recolocarlos con más de 300 interinos en la corporación.
Tampoco es que hubieran pasado una oposición. Bernat Barrachina fue contratado después de ser jefe de prensa del Ayuntamiento de Badalona con el PSC, cargo que perdió cuando su jefe, Àlex Pastor, fue detenido por saltarse el estado de alarma tras beber más de la cuenta.
Las contrataciones externas de afines al PSC se suman a la promoción interna de sus simpatizantes. La sombra socialista sobre la televisión pública se intensificó cuando el pasado verano Enric Hernández nombró como director d de los Telediarios al periodista d catalán Josep Vilar, un histórico r de la casa desde 1985. Su afinidad política era patente, como refleja su historial.
A propuesta del PSC, Vilar formó parte hasta 2018, y durante más de un lustro, de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación. mun Antes había sido directortor de los informativos diarios de TVE yy, de 2004 a 2007, máximo responsable de los informativos del centro territorial en Cataluña.
Su nombramiento el pasado verano no estuvo exento de polémica. El puesto llevaba meses vacante, después de que Almudena Ariza renunciase a él sin llegar a ejercerlo siquiera al considerar que no contaba con apoyos suficientes en la plantilla. Vilar contó con muchos menos, según el referéndum no vinculante organizado por el Consejo de Informativos, en una consulta con una participación muy baja, por otro lado.
Perfil independentista
De perfil no tan socialista como independentista fue la elegida entonces por Hernández para ponerse al frente de los informativos en Cataluña. Rosa Maria Quillet, que ejercía desde hacía una década de coordinadora de los informativos de fin de semana de Radio 4.
Polémica por lucir un lazo amarillo a favor de los supuestos «presos políticos» catalanes y por sus tuits contra la Monarquía y a favor de los líderes secesionistas, su designación también sorprendió a los trabajadores por su escaso bagaje televisivo.