Un divertido grito a favor del tiempo

l 28 de febrero de 1933, aparecía en ABC esta nota necrológica: «Cumplidos los noventa y cinco años, ha fallecido en su casa de Madrid, Ayala, 162, el que fue excelente actor D. Felipe Carsi. Desde muy joven, Carsi comenzó a actuar en el teatro, por el que sentía una gran afición, figurando en las compañías más destacadas de su época; pero donde alcanzó gran relieve su personalidad fue en la compañía GuerreroMendoza, donde entró al contraer matrimonio los ilustres artistas, y de la que no se apartó hasta que por su avanzada edad le faltaron las fuerzas físicas. El matrimonio Guerrero-Mendoza le señaló una pensión, y Carsi se retiró a su hogar, donde se encontraba hace algún tiempo totalmente imposibilitado. Actualmente era pensionista del Sindicato de Actores. Entre sus encarnaciones más notables figuran los graciosos de nuestro teatro clásico, en los que se especializó, obteniendo grandes éxitos».

La figura de Felipe Carsi es el punto de partida de la función que se presenta en el Teatro de La Abadía, «Carsi», escrita y dirigida por Eduardo Vasco, que ha querido rendir en ella un admirado homenaje a «las gentes de teatro que aman su trabajo». «Aunque –dice Vasco–hay que aclarar que

Enuestro Carsi es otro, y debemos pedir disculpas a tan gran histrión por usar su nombre –cambiando también a llano el acento agudo de su apellido valenciano, cosa que le ocurría a menudo– y servirnos de él como excusa para montar una comedia sobre el teatro en la que vamos a hablar de muchas de las situaciones que vivimos, adoramos, sufrimos y odiamos en nuestro día a día».

La obra, continúa Vasco, «pretende ser un divertido grito a favor del tiempo y del susurro, y en contra de la velocidad, del fuego de artificio, de la devaluación de la palabra y del grito. Necesitamos comenzar a entender la diferencia entre información y discurso, entre cultura y entretenimiento. En forma de comedia, la historia de Carsi pretende situarnos en un contexto en el que no nos queda más remedio que tomar partido para decidir dónde queremos estar».

Mariano Llorente, José Ramón Iglesias, Elena Rayos, Rafael Ortíz y Antonio de Cos encarnan a cinco actores que preparan un montaje para salir del difícil momento profesional que viven.