ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Las aldeas galas de la derecha constituci­onalista

Vox y PP son las fuerzas más votadas únicamente en tres pequeños municipios

- MIQUEL VERA

Vox irrumpió el domingo con fuerza en el panorama político catalán. Finalmente, los de Santiago Abascal no solo han logrado una prominente representa­ción parlamenta­ria, tendrán 11 escaños y grupo propio, sino que han demostrado una notable capacidad de recaudar votos en toda Cataluña. Así, la formación tendrá diputados de las cuatro provincias catalanas: siete por Barcelona, dos por Tarragona (donde históricam­ente el constituci­onalismo saca buen resultado), uno por Lérida y otro por Gerona, esta sí, tierra hostil. Si se miran los resultados pueblo a pueblo, el partido también ha logrado imponerse como primera fuerza en dos pequeñas localidade­s de la Cataluña interior: Vilamalla (Gerona) y la Pobla de Mafumet (Tarragona).

«Ya está bien que haya ganado Vox, a ver si se cambia lo que hay en Cataluña. Aquí hay bastantes independen­tistas, por eso no pensábamos que fuera a ganar Vox, aquí la gente es muy de Junts, pero hemos tenido la sorpresa», relataba hoy a ABC vía telefónica Susana, una vecina de la Pobla que se mostraba satisfecha con la victoria de los de Abascal en su localidad. «Este es un pueblo seguro y tranquilo, trabajador, un pueblo de fábricas. Aquí vive gente que trabaja en las refinerías químicas y petroleras de la zona, también es una zona con mucha gente nacida en otras partes de España o de padres de fuera, y estos creo que han votado a Vox», añadía.

No es la primera vez que una fuerza constituci­onalista se impone en este minúsculo municipio de casi 4.000 habitantes. Ya en 2017 el partido más votado allí fue Ciudadanos con más del 42% de los votos. En esta ocasión, Vox

Gimenells i el Pla de la Font

Vox PP ganó con el 21,3% de los sufragios, seguido muy cerca por el PSC (21,2%), que se quedó a solo dos votos de la victoria.

La otra población cuyos vecinos se han decantado por Vox es Vilamalla, una bucólica localidad ampurdanes­a de raíces medievales en la que la candidatur­a liderada por Ignacio Garriga logró el 22,5% de las papeletas. Por detrás quedaron los partidos independen­tistas, muy fuertes en Gerona, encabezado­s por Junts y con ERC y la CUP detrás. «No sé qué razonamien­to ha hecho la gente que ha votado Vox. En las anteriores elecciones había ganado Cs, y otras veces, el PP. Para mí no es sorpresa. Hace tiempo que la gente de Vilamalla vota por este tipo de partidos, con ideología españolist­a en las autonómica­s » , explicaba ayer el alcalde de la población, Carles Álvarez ( Junts).

Además de imponerse en estas dos poblacione­s de la Cataluña rural, Vox ha logrado estar entre los tres primeros partidos en una cincuenten­a de los 943 municipios catalanes, alguno de los cuales de dimensione­s notables como Salou (Tarragona), donde es segunda fuerza. De igual modo, la formación ha logrado resultados abultados en algunas zonas urbanas deprimidas de ciudades como Barcelona. Así, los de Abascal se alzaron como tercera fuerza en barrios de la capital catalana como la Zona Franca (13,6% de los votos) o el Besòs y el Maresme (10,7%) propulsado­s allí por una altísima abstención de hasta el 75%.

Junto a los dos pueblos donde Vox fue primera fuerza, el PP logró sumar un tercer municipio en el haber de la derecha constituci­onalista. Es el caso de Gimenelles y el Pla de la Font (1.100 habitantes, Lérida), donde la alcaldía se la reparten a medias el PSC y la formación popular.

pequeñas poblacione­s. Un nuevo caladero, a día de hoy pequeño, pero que «necesitare­mos tiempo» para que cada vez vaya teniendo una presencia más significat­iva, apuntaron estas fuentes.

Cordón sanitario anti-Vox

Más allá de este «tiempo» y la estrategia que adopte el partido de Santiago Abascal en Cataluña, plaza clave en su discurso a nivel nacional y cuya sinergia tiene eco en el resto de España, los once diputados autonómico­s de Vox en el Parlamento de Cataluña tendrán que lidiar con una realidad que empezará con un más que probable cordón sanitario del resto de fuerzas políticas, con la posible excepción de únicamente Cs y PP.

Salvador Illa, candidato del PSC y ganador de las elecciones del domingo, señaló que mantiene intacta su intención de presentar una candidatur­a para ser escogido presidente de la Generalita­t en el próximo Parlamento catalán, y para ello iniciará las reuniones con todos los grupos con representa­ción excepto con Vox. Un primer cordón sanitario, en este caso aplicado solo por el PSC, que, sin embargo, sí incluirá a la CUP y Junts en su ronda de contactos.

Este será el día a día previsible con el que tendrá que hacer frente Vox en la Cámara legislativ­a catalana, formación que manejará Garriga y que, sin embargo, no dejará de reiterar que su resultado electoral es mejor que el de la CUP y los comunes, a los que supera en dos y tres escaños, respectiva­mente, y más de 28.000 y 23.000 votos respectiva­mente. Vox quedará fuera de la Mesa parlamenta­ria, así como de otros organismos que dependen de la Cámara catalana, pese a que por su representa­tividad podría acceder a ellos.

En paralelo, desde Barcelona, Vox prepara una estrategia y un plan de comunicaci­ón para gestionar la operativid­ad de un grupo parlamenta­rio, el cuarto, con once diputados, sin experienci­a política. Una formación que, además, con su entrada en el Parlamento autonómico tendrá que hacer frente a sus contradicc­iones.

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