El argamasillero que pinta los cuerpos con efectos especiales

Jesús García Ruiz dejó su pueblo, Argamasilla de Alba, para trabajar como maquillador y efectos especiales, lo que le permitió ganar un Goya. Este año podría volver a recibirlo

Reconoce ser una persona afortunada porque a pesar de su juventud, Jesús García Ruiz (Argamasilla de Alba, 1999), tiene en su haber dos nominaciones a los premios Goya y vuelve a estar entre los favoritos para alzarse con el galardón este año, marcado por la pandemia del coronavirus. A pesar de estas circunstancias, Jesús es en este momento todo un profesional en maquillaje y efectos especiales, en el que comenzó en el año 2018. Y ahí sigue. Sin parar.

Actualmente trabaja en ND Studio de Madrid y ya suma tres nominaciones a los Premios Goya. La pasada edición, el equipo logró la estatuilla por la película «Mientras dure la guerra», pero también fueron seleccionados por «La trinchera infinita». Este año vuelven a repetir en la nominación por «Orígenes secretos», un thriller sobre un asesino en serie obsesionado con los cómics de superhéroes.

El argamasillero Jesús García Ruiz se muestra feliz por este nuevo reconocimiento y recomienda no perderse «Orígenes secretos», dirigida por David Galán, una cinta que nos acerca a la vida de un asesino en serie que siembra el caos, allí por donde pasa.

Para llegar hasta donde está, Jesús ha tenido que hacer varias paradas en su vida. Recuerda que tras el bachillerato, viajó a Madrid para estudiar Maquillaje profesional y Caracterización en la Escuela Superior de Imagen y Sonido (CES). Luego, comenzó sus prácticas de tres meses en el estudio de Nacho Díaz (ND), técnico en efectos especiales y reconocido por su trabajos en «Juego de Tronos» y el «Hobbit». Al terminar se quedó sin trabajo, así que tuvo que volverse a Argamasilla.

Sin embargo, al mes siguente le volvieron a llamar de ND Studio y ya lleva tres años con ellos, en los que ha adquirido un aprendizaje que solo se consigue junto a los grandes. Reconoce que acertó dedicándose a esta profesión y asegura que el mayor miedo que tienen los caracterizadores es que se note el borde de una prótesis.

También agradece el apoyo que le ha ofrecido su familia, Su hermano Iván (de 16 años), está muy orgulloso de él y sus padres: Eugenio (transportista) y Pilar ( jubilada por enfermedad), le han acompañado en este ca

Jesús, trabaja sobre el cuerpo de un quemado para la serie «The Head»

mino que ha emprendido, respetando siempre sus decisiones.

Trabajar con Amenábar

Una de las experiencias más exigentes que recuerda, y que tuvo afrontar el joven argamasillero fue trabajar junto a Alejandro Amenábar, en el rodaje de «Mientras dure la guerra», en la que el cineasta se zambulle en los últimos meses de vida de Miguel de Unamuno. En esta cinta, Jesús tuvo que preparar copias de las siliconas de Unamuno, Franco y José Millán Astray. «Fueron tres meses de arduo trabajo y con un nivel de exigencia máxima, que es lo que pide Amenábar a todos sus colaboradores», rememora.

Insiste en que el trabajo se aprecia si el público lo puede ver. En concreto, con Karra Elejalde , que lleva toda la cara llena de prótesis para encarnar a Unamuno, «la gente dice: ¡guay, qué bien hecho, está súper bien! Pero, si nos les cuentas nada, hay personas que no son conscientes del trabajo que hay detrás en maquillaje. Creen que es así el actor», remarca este experto en caracterización.

Pero su trabajo valió la pena y la cinta se alzó con el premio Goya a la mejor caracterización y maquillaje el año

pasado, con un equipo que dirige Nacho Díaz. «Cuando eres perfeccionista, dedicas mucho tiempo a pulir todos los detalles. Muchas veces te propones hacer una arruga en una prótesis y quieres que quede súper real, pero por más que lo intentas, no te sale y te frustras», afirma Jesús. Pero — dice— cuando llegas al rodaje, aplicas esa prótesis y ves que todo ha salido bien, «te llenas de orgullo y dices: ‘está muy bien mi trabajo’. Pasas un poquito por todos los estados de ánimo, es como una montaña rusa», apostilla.

Hulk, el más difícil

El joven ciudadrealeño afirma que el personaje más dificil al que se ha tenido que enfrentar ha sido Hulk por

Cantante del grupo Daburu

que tuvo que exagerar mucho el cuerpo del actor. Para hacer creíble al hombre verde, diez personas tuvieron que preparar un molde en plastilina y luego sacar una copia en silicona.

Además, recuerda que entre lo más complicado está, por ejemplo, una publicidad que tuvieron que elaborar para Reino Unido sobre una marca de té que fue muy complicado. En el spot tenían que convertir a dos chicas en chimpances. «Fue muy laborioso y tuvimos que meter animatrónica con cables y servomotor para que movieran la cara como un mono».

Y en este proceso creativo, recuerda a quienes han sido sus referentes: Rick Baker, Dick Smith, que fueron los grandes pioneros en los efectos especiales. En estos momentos sigue a especialistas como Tristan Cornelius, Sebastian Lochmann o Mark Coulier, entre otros.

Y, por supuesto, Nacho Díaz que es su jefe, así como su profesor Óscar del Monte, que hizo la película «Pieles», y del que aprendió muchísimo. «Sobre todo me transmitió la pasión por los efectos y me repetía que nunca dejara de soñar y siguiera creando».

En este oficio, los especialistas en efectos especiales y maquillaje tienen que documentarse y ser observadores. Jesús reconoce que ellos tienen que estudiar mucho sobre la anatomía humana y pedir asesoramiento a los profesionales, además de tener en cuenta todos los detalles.

«Trabajamos al final imitando muchas cosas, por ejemplo un parto por cesárea, una autopsia, parálisis faciales, son cosas de medicina y tenemos que estar siempre en contacto con médicos y enfermeros, además de recurrir a internet y consultar libros de medicina y anatomía para saber, por ejemplo, cómo afecta cualquier enfermedad o simplemente cómo se producen las arrugas durante la vejez», remarca este artista, que estará pendiente el próximo 6 de marzo de los premios Goya, cuando se den a conocer a los ganadores en su modalidad. «Lo veremos por televisión y será Nacho el encargado de recoger el galardón. Claro, si nos lo vuelven a conceder por Orígenes secretos», responde con una risa nerviosa.

Trabajar con los grandes Estar junto a Amenábar ha sido duro porque la exigencia es máxima, es lo que pide él a todos sus colaboradores

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