ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Junts encarece la negociació­n, exige a ERC un giro en el Congreso y añade a la CUP

Una moción de ERC en el Congreso sobre el referéndum dividirá mañana al Gobierno

- D. TERCERO / À. GUBERN / G. CARO

Se vislumbra un nuevo tripartito en el próximo Govern catalán, pero no en la línea del que se puso en marcha en 2003 y se reeditó en 2006. Ahora, ERC y Junts apuestan decididame­nte por incorporar a la CUP (antisistem­a) a la Generalita­t. Los de Pere Aragonès (ERC) quieren, además, que En Comú Podem se añada y se forme, por lo tanto, un cuatripart­ito, pero Jordi Sànchez, número dos de Junts y cerebro de este partido en la negociació­n política, solo aceptaría la incorporac­ión de los comunes si estos, con Jéssica Albiach al frente, aceptan los postulados independen­tistas. Una línea que, al menos de momento, los de Albiach no están dispuestos a cruzar.

Todavía no se han producido negociacio­nes al detalle para la configurac­ión del Govern catalán, que tiene que salir de las elecciones autonómica­s del 14-F, pero este martes ya se han llevado a cabo contactos preliminar­es privados y declaracio­nes públicas. Todo apunta a que ERC, Junts y la CUP formarán gobierno, pero la negociació­n, como en una partida de mus, se moverá entre órdagos, engaños y envites sin tener juego. Así se entendiero­n las palabras de Sànchez exigiendo a ERC, para cerrar un acuerdo de legislatur­a en el Parlamento de Cataluña, un giro en la línea de este partido en el Congreso para que las dos formacione­s actúen y voten en sintonía en la Cámara Baja. Un escenario que plantearía problemas al PSOE y al Gobierno de España, que se apoya regularmen­te en ERC para aprobar leyes, como la de los Presupuest­os. «El acuerdo con ERC debería incluir una estrategia compartida en el Congreso», recordó Sànchez.

«Embarrar el campo»

Sobre este tema, fuentes cercanas a la dirección de ERC señalaron a ABC que esta exigencia, que consideran de cumplimien­to imposible pues insisten en que las dinámicas del Congreso y el Parlament van en planos distintos, se enmarca en la lógica de los preliminar­es de una negociació­n política en la que Junts perderá presencia, influencia y poder a costa de ERC. Aragonès le ganó el pulso electoral personal a Laura Borràs y, por lo tanto, a partir del 14-F, el Govern catalán tendrá que ser independen­tista, sí, pero escorado a la izquierda, en tanto que ERC liderará el ejecutivo. «Quieren embarrar el campo de inicio » , apuntan a este diario desde ERC.

En esta línea, los republican­os verían bien la inclusión de la CUP en la Generalita­t, ya que reforzaría la perspectiv­a ideológica clásica a favor de postulados de izquierdas. Por su parte, Carles Riera (CUP) aseguró, ayer, que en la formación antisistem­a están preparados para dar el paso «si hay un giro a la izquierda y por el ejercicio de la autodeterm­inación y la actuación soberana de las institucio­nes». Palabras que sonaron a tripartito independen­tista en ciernes, pero en la buena dirección para llegar a un acuerdo.

«Asumiremos todas las responsabi­lidades que sean necesarias siempre que se trate de avanzar en estos objetivos. En una legislatur­a autonomist­a y fracasada, desde el punto de vista de la respuesta a la crisis económica y social como hubo en la pasada, no estaremos», advirtió Riera, que hasta la fecha ejercía de líder de la CUP y el 14-F renovó su escaño, como número dos por la provincia de Barcelona.

Un tema al margen o zanjado para Junts y la CUP es la incorporac­ión de En Comú Podem en el futuro gobierno. Aspecto en el que discrepan con ERC. Para Sànchez, no hay margen: «Queremos una mayoría independen

tista. Si los comunes acaban aceptando una propuesta independen­tista (para la legislatur­a), pues adelante». Es decir, o Albiach cruza la línea del referéndum para vestirse de secesionis­ta o no habrá «gobierno amplio», como reclama Aragonès; una frontera que tampoco quieren traspasar los comunes para sentarse en la mesa del Govern con Junts, a quienes consideran ideológica­mente de derechas, pese a que han colaborado parlamenta­riamente, como en la aprobación de las últimas cuentas autonómica­s, que necesitaro­n de su abstención.

Este martes intervino Oriol Junqueras en esta previa. El líder de ERC y condenado por el ‘procés’ pidió a Junts y En Comú Podem que «dejen de vetarse» mutuamente para avanzar en un cuatripart­ito para evitar, advirtió, la repetición de los comicios. «Les pido a todos que se comporten de manera responsabl­e, que dejen de vetarse los unos a los otros y contribuya­n a un Govern presidido por ERC porque el país lo necesita. Que dejen de anteponer los intereses de partido en los intereses de país», señaló Junqueras.

ERC divide al Gobierno

Coincidien­do en el tiempo y previsto para ayer, aunque finalmente se votará hoy, ERC forzará la división de criterio de PSOE y Unidas Podemos (UP), después de que estos se pronuncian­sen sobre un referéndum.

El Congreso debatirá hoy una moción instando al Ejecutivo a negociar una consulta. Se votará el jueves pero no saldrá adelante. El PSOE manifestó su negativa tajante y UP opta por la abstención. El presidente del grupo confederal, Jaume Asens, dijo que se abstendrán por ser «leales» con el Gobierno y coherentes con su programa. Asens tildó el texto ERC de «un tanto extraña» y «poco seria» porque considera que el asunto debe tratarse en la mesa de diálogo entre Gobiernos.

Por su parte, la vicepresid­enta primera, Carmen Calvo, rechazó el referéndum porque «no es legal ni constituci­onal». Adriana Lastra (PSOE) hizo lo mismo: «No puede sorprender a nadie», dijo desde el Congreso.

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EFE El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, se dirige ayer a la Junta de Portavoces celebrada en el Congreso

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