ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«Estar aquí todo el tiempo me permite ayudar a vivir a mi bebé»
«Nuestro hijo ingresó en el 12 de Octubre muy malito. Ahora está bien», apunta Manuel, un padre primerizo en circunstancias adversas que no sabe cómo agradecer al equipo médico su implicación. «No solo le han salvado, sino que durante todos estos días nos han enseñado a cuidar de él», añade.
El mismo mensaje transmite Vanesa, la madre del pequeño Noah, que llegó al mundo pesando tan solo 730 gramos y cuyo ingreso ha durado ochenta días. «Todo este tiempo han sido mi casa y mi familia», afirma. Desde el primer minuto esta mujer hizo suyo el enfoque de la jefa de Servicio de la Unidad, que aboga por la colaboración de los padres para ayudar al mayor desarrollo neurológico posible de estos niños. Ella se lo tomó como un trabajo y quiso formarse. «Las enfermeras me enseñaron cómo hacer con un niño que está con mascarilla de oxígeno, vías, electrodos, pulsímetro… Saben que somos un medicamento para nuestros bebés. Han hecho una apuesta muy fuerte para mantener el vínculo madre-hijo-familia y han puesto a nuestra disposición todas las herramientas para que así sea». El hecho de que «en tu box haya un sillón, una cama, puedas tener intimidad con tu hijo, la tranquilidad… Todo va enfocado a lo mismo. Poder estar aquí todo el tiempo del mundo me ha permitido ayudar a vivir a mi bebé», afirma desde la penumbra de la habitación.