ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
CIUDADELA
Es un numantinismo contra la única reacción al 1-O basado sobre todo en el miedo
os resultados de Vox en Cataluña son importantes porque se han obtenido contra los medios de Barcelona, contra los medios de Madrid, y parece ser que entre un votante humilde y joven, al que Vox no dirige del todo su programa pero sí gestos cada vez más elocuentes. Recordar en campaña la figura del ‘charnego’ retomaba la cuestión de la imposición lingüística a la inmigración castellanohablante. ¿No hay en ello una cierta apelación de clase?
Los resultados de Vox son importantes, en definitiva, porque son en Cataluña, la razón que les impulsó. El partido creció con el golpe de 2017. En realidad, Vox es la única respuesta al 1-O que la política española ha permitido, y muy a duras penas. Desde entonces, la izquierda se acercó más al nacionalismo, Cs se fue de Cataluña, y el PP consumó el harakiri desangrándose elección tras elección sin poder negar que el desastre es también suyo.
Se dan un par de paradojas. Si en toda Europa hay partidos que responden a la difuminación nacional provocada por los efectos de la globalización, ¿cómo no va a haberlo aquí, donde además hay un problema grave de secesionismo? Vox ni siquiera llega al populismo identitario de otros lugares, y tampoco es antisistema, retoca pero no impugna el 78.
También es curioso que sean los más ardientes defensores del régimen de la Transición los que más ataquen a un partido que llega a defenderlo con el cornetín, como el 7º de caballería al asedio indio. No se puede negar aquí el papel de la prensa y clase opinativa, que decidió poner el énfasis de lo ‘iliberal’ en la defensa de la nación y no en las leyes de género o la inmersión lingüística, y que ha construido una ciudadela locoide frente a Vox, dificultando en lo posible su avance y, por tanto, una reconfiguración real de la derecha. Si el régimen no se cuestiona y tampoco se admite lo que da el régimen, entonces ¿qué? Es un numantinismo contra la única reacción al 1-O basado sobre todo en el miedo, en pulsar la tecla del miedo, una emoción bastante más primaria que la emoción nacional.
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