ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Biden pasa página con Trump y se centra en la pandemia
El presidente de EE.UU. viaja a Míchigan, donde Pfizer produce buena parte de sus vacunas
Joe Biden estará hoy en Kalamazoo, una localidad de Míchigan que suena en los oídos de los estadounidenses porque en ella están puestas parte de las esperanzas para dejar atrás la pandemia: allí tiene Pfizer buena parte de su producción de vacunas. Será la segunda salida del presidente de EE.UU. desde su investidura hace algo menos de un mes, ambas en esta semana, y con un doble objetivo: pasar página con Donald Trump y centrarse en la pandemia de Covid.
La primera fue este martes, cuando acudió a Milwaukee (Wisconsin) para participar en un ‘town hall’, un encuentro con votantes organizado por la ‘CNN’. Ambas visitas tienen peso político. Wisconsin y Míchigan son dos de los estados que Biden arrebató a Trump en el Medio Oeste, y que cortejó con un discurso centrista para los votantes moderados y una movilización de la minoría negra.
Son dos estados que, a su vez, Trump quitó a los demócratas en 2016 con un mensaje económico e identitario populista, que caló en la clase media blanca de unas regiones industriales que han perdido su brillo.
Biden ganó en Wisconsin por cerca de 20.000 votos y en Míchigan, con más suficiencia, por algo más de 150.000. Fueron determinantes en su victoria y la gira del presidente también tiene un punto de agradecimiento.
Enfocado en las crisis
«Estoy cansado de hablar sobre Donald Trump», dijo Biden en el encuentro con votantes del martes. «No quiero hablar más de él», dijo sobre su predecesor, aunque no evitó lanzarle un dardo al referirse a si había tenido contactos con expresidentes. «Todos ellos, con una excepción, me han llamado», dijo con un gesto de complicidad al público que denotaba que se refería a Trump.
De lo que Biden quiere hablar es de la crisis sanitaria y económica de la pandemia y de sus planes para solucionarla. Su visita al Medio Oeste también tiene que ver con su búsqueda de apoyos para aprobar un nuevo plan de rescate, con un monto de 1,9 billones de dólares y que incluye cheques de 1.400 dólares para los estadounidenses, así como fondos adicionales para escuelas, test, centros de vacunación y distribución de las dosis.
El plan es más popular entre los votantes republicanos que entre los legisladores republicanos. Un 68% de los estadounidenses lo apoya, según una encuesta de la Quinnipiac University, mientras que en Washington la bancada republicana apunta a que opondrá. Se espera que la semana que viene la Cámara de Representantes introduzca una ley de gasto con la propuesta y que solo avance con las mayorías exiguas de los demócratas en ambas cámaras.
Biden busca aparecer como lo que prometió en campaña, un líder centrado en dejar atrás las turbulencias del ‘trumpismo’ y en sacar al país de una crisis que está a punto de llegar al medio millón de muertos. En Milwaukee aseguró que «a mediados de julio» cualquier estadounidense que desee vacunarse podrá hacerlo, que apunta a que la mayoría de los colegios abran cinco días a la semana «a finales de abril» y que la normalidad llegará la próxima Navidad.
Ayer, la Casa Blanca anunció que dedicará 1.600 millones de dólares para mejorar los sistemas de test de Covid, como un programa piloto mientras el Congreso aprueba el plan de rescate.
Buscando apoyo Biden quiere respaldo para aprobar un nuevo plan de rescate, de 1,9 millones de
dólares