La deuda se dispara al 117% del PIB, su mayor nivel en 118 años

El Gobierno eleva el pasivo en 122.438 millones en un año, la mayor alza desde 2012

La deuda pública cerró 2020 con 1.311.298 millones de euros, un montante récord en términos absolutos que supone 122.438 millones más que en diciembre de 2019, según los datos del Banco de España. Según fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos, ello supone un 117,1% del PIB, influido por el aumento del pasivo, sí, pero también por la contracción del 10% del PIB nominal. Ello eleva aún más el peso del pasivo a un nivel que, en términos relativos, la economía española no había soportado desde hacía 118 años, según el FMI, cuando en 1902 la economía española aún engullía los efectos de las guerras coloniales que acabaron con la pérdida de Filipinas y Cuba. En dicho año marcó un 123,61% del PIB.

El aumento anual en términos absolutos fue el mayor desde 2012, año del rescate bancario, y alcanzó un incremento porcentual del 10,3% del PIB. El Ejecutivo esperaba cerrar 2020 con un 118,8% del PIB y 2021, con un 117,4%. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos abundaron que la reducción ha sido mayor de la deuda ha sido posible por el buen comportamiento de la economía española en el segundo semestre del año, con un crecimiento superior al que estimaba el Ejecutivo.

El aumento de la deuda se corresponde con el alza del gasto desplegada para atender las mayores necesidades de servicios públicos, además del pago de los ERTE y las prestaciones por cese de actividad ocasionadas por la crisis provocada por la epidemia y las restricciones aprobadas.

El gran aumento se dio en el pasivo del Estado, que se ha convertido en la Administración que se endeuda y asume el déficit propio, pero también de la Seguridad Social –a través de créditos y transferencias– y las comunidades autónomas – a las que ha transferido 16.000 millones de euros–. Su deuda subió un 9,8% hasta los 1.190.677 millones de euros.

La Seguridad Social, con un alza del 55,1%, fue el subsector que más incrementó su pasivo en términos absolutos hasta los 85.355 millones de euros. A la situación de desequilibrio de la Seguridad Social previo a la crisis, ante el mayor gasto por pensiones que los ingresos por cotizaciones, se le ha sumado el impacto de la pandemia. Por su parte, la deuda de las comunidades autónomas, aumentó en 8.372 millones hasta los 303.452, un 2,8% de aumento. Las corporaciones locales redujeron su pasivo un 5,3% hasta los 22.011 millones, lo que hace prever que, pese a la mayor recesión desde la Guerra Civil, los ayuntamientos no hayan tenido déficit.

Frente a Europa, España cuenta con un pasivo público superior a la media de la Eurozona –que según la Comisión Europea acabó 2020 con un pasivo del 101,7% del PIB–. Sin embargo, la pandemia ha tenido un impacto similar en la plana mayor de países europeos. El Gobierno francés esperaba terminar 2020 con un 117,5% de PIB de deuda; Italia augura un 158% mientras que Alemania estimaba cerrar con un 77%.

«Cualquier mejora fundamental de las finanzas públicas de España depende de una recuperación económica sostenida, de los esfuerzos del Gobierno para abordar las ineficiencias del mercado laboral y aumentar la productividad, junto con una estrategia creíble de consolidación fiscal a medio plazo», incide el director de calificaciones soberanas de Scope Ratings, Alvise Lennkh. Con un déficit del 11,3% del PIB en 2020, la reducción de la deuda pasa por la recuperación.

Además, la Autoridad Fiscal ha reclamado un plan a medio plazo para sanear las cuentas. La obtención de superávit primario –es decir, descontando el pago de intereses– permite adelgazar la necesidad de emisiones para cubrir el desequilibrio de las finanzas públicas, pero España no ha vuelto a tenerlo desde después del estallido de la burbuja inmobiliaria. La Comisión Europea espera que la deuda siga en el 141,2% en 2030 y que para entonces nuestro país siga con un déficit primario del 1%.

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La Autoridad

Fiscal ha reclamado un plan a medio plazo para sanear

las cuentas