ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Juan José Barrenechea
Excelente fiscal y fino jurista, siempre defendió los valores esenciales de la convivencia, el respeto de la ley y la observancia de los principios del Derecho Natural que informan los derechos fundamentales de la Constitución
Ayer falleció en su casa de Madrid el Excmo. Sr. D. Juan José Barrenechea de Castro, excelente persona, amigo y maestro de muchas generaciones de jueces y fiscales, que hoy ocupan buena parte de los respectivos escalafones en la Carrera Judicial y Fiscal.
Su actividad profesional fue dilatada y ocupó distintos destinos en el Ministerio Público, al que sirvió con lealtad y, siempre, con orgullo por la función, constitucionalmente encomendada, de defensa de la legalidad y promotor de la acción de la justicia, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley. Quienes disfrutamos de sus enseñanzas conocemos, de primera mano, que, bajo un barniz de continuo cuestionamiento de la realidad social y política, emergía un excelente y fino jurista, siempre atento a los valores esenciales de la convivencia, al respeto de la ley y a la observancia de los principios de Derecho Natural que informan los derechos fundamentales de la Constitución.
De él aprendimos el significado y alcance de los derechos fundamentales en el proceso y su concreción en las funciones que aspirábamos a realizar mientras opositábamos. Nos contaba sus experiencias, siempre con la permanente atención a la víctima, al acusado y a la realidad subyacente detrás de cada caso. Nos recordaba, con frecuencia, que el gran problema de nuestra función era dimensionar y dar contenido al hecho de que el juicio recayera sobre hechos, pero la sanción la sufrían personas y, por ello, que nunca olvidáramos a la persona que estaba detrás de cada hecho.
D. Juan José fue un producto de una época convulsa de nuestra historia, no llegó a conocer a su padre, muerto en la Guerra Civil, forjó su carácter en esa ausencia y con su permanente recuerdo. Excelente conversador, apoyaba sus opiniones en una amplia cultura y estudio. Fue un magnífico padre y excelente profesor, siempre pendiente de las necesidades y el desarrollo de cada uno.
De profundas convicciones religiosas, ha fallecido rodeado del cariño de sus hijos, de sus amigos y de l a Carrera Judicial y Fiscal. Particularmente de quienes fuimos sus alumnos durante la época de preparación de oposiciones. Recordaremos siempre su exquisita humanidad y el respeto que nos instó que tuviéramos hacia todos los ciudadanos inmersos en el proceso penal.