ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Ashley Judd, un escalofria­nte viaje por la selva para salvar la vida

La estrella vivió las peores 55 horas de su vida tras sufrir un accidente. El viaje a través de la selva congoleña para llegar a un hospital fue digno de una película de aventuras. Pero de las tremendas

- ANTONIO ALBERT

La actriz, de 52 años, protagonis­ta de produccion­es taquillera­s como ‘Objetivo: la Casa Blanca’ o ’Divergente’, y nominada al Emmy en dos ocasiones, por las series ‘Missing’ y ‘Norma Jean & Marilyn’, es una ferviente activista. Cuando emprendió viaje al Congo en su campaña de apoyo a una expedición para investigar los bononos, no imaginó que acabaría viviendo una pesadilla. En una primera publicació­n, realizada el pasado viernes, Ashley colgó la foto de uno de estos chimpancés pigmeos y daba algunos datos sobre el carácter de estos animales en peligro de extinción: «igualitari­os, matriarcal­es, pacíficos». A continuaci­ón, relataba que había tropezado con un tronco en la oscuridad y se había roto una pierna. Y lo que parecía un pequeño accidente dio paso a una increíble carrera por salvar su vida.

En una entrevista en directo por Instagram con Nick Kristof, periodista de ‘The New York Times’, Ashley explicó con detalle lo sucedido: «No vi un árbol caído en mitad del camino y tropecé. Supe al momento que me había roto la pierna y me quedé tirada más de cinco horas, mordiendo un palo y aullando de dolor». Además, sufría un derrame interno: de no haber llegado a tiempo a quirófano, no sólo habría perdido la pierna, habría perdido la vida.

Para agradecer a sus ángeles guardianes el titánico esfuerzo que realizaron a través de la selva congoleña, la actriz ha publicado en las redes sociales las fotos tomadas en ese rescate y ha dedicado unas palabras a todos y cada uno de los congoleños que estuvieron con ella esos más de dos días: en total, 55 horas de pesadilla. Las 10 fotos del álbum reflejan lo duro de la travesía: en camilla simple con una lona y un tronco, en moto, por montañas y ríos, sus salvadores se fueron alternando a medida que se quedaban sin fuerzas.

El primero fue Dieumerci, que aguantó las primeras cinco horas junto a ella, apoyando su pierna en la de la actriz, rota en cuatro partes, para mantenerla recta. Luego llegó Papa Jean, que empezó a manipular los huesos para recolocarl­os: «Fue mi salvador. Cómo pudo ser tan metódico mientras yo era como una fiera es algo que me supera». Otros seis hombres comenzaron la etapa a pie. Luego vinieron Didier, conductor de moto, y Maradona, sobre el que se apoyó y el que impidió que se cayera durante las 6 horas que duró el viaje por caminos anegados por la lluvia. Con Maradona, además, se lleva el recuerdo de largos debates sobre la poligamia y la monogamia.

Ashley Judd fue elegida ‘Persona del año’ por la revista ‘Time’ en 2017 junto a las mujeres que formaron ‘ The silence breakers’, el grupo que rompió su silencio sobre los abusos en Hollywood, con Harvey Weinstein a la cabeza. Fue la primera estrella de Hollywood en enfrentars­e al por entonces todopodero­so productor porque ya había pasado por esa traumática experienci­a: en sus memorias, ‘All that is bitter and sweet’ (‘Todo lo amargo y dulce’), relataba cómo sufrió agresiones sexuales a los 7 y a los 15 años, dos sucesos que marcaron su vida y que la llevaron a implicarse en causas humanitari­as: fue portavoz de una campaña contra el sida, fue nombrada embajadora de buena voluntad de Unicef en favor de los derechos de mujeres y niñas pobres. La huella de todo ese dolor se hizo patente en una profunda depresión que la llevó a ser ingresada en 2006. Esta vez, el compromiso casi le cuesta la vida.

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ABC Ashley Judd, en la selva congoleña, durante su rescate
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