ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
HASEL Y LOS CHUPÓPTEROS
Escupir bilis, deseando la muerte a todo quisque, nada tiene que ver con la expresión artística
EL debate en torno a la ‘libertad de expresión’ surgido a propósito de la condena del rapero Pablo Hasel es una prueba palpable de los abismos en los que chapotea la casta intelectual sistémica. Para que podamos hablar de libertad de expresión tiene que haber primero expresión; y, si estamos hablando de artistas, tiene que haber expresión artística. Pero escupir bilis, deseando la muerte a todo quisque, nada tiene que ver con la expresión artística. Tal vez tenga que ver con la coprolalia, o con el vómito del resentimiento, o con la rumia esquizofrénica, pero no con el arte.
En sus alocuciones a ritmo de rap, Hasel defiende sin ambages el estalinismo (con purgas masivas de disidentes incluidas) y la violencia revolucionaria como medio para alcanzar el poder. El régimen político actual le parece intrínsecamente perverso, por ser «heredero del franquismo». Y, por supuesto, aparte de vomitar su odio contra la ‘derecha fascista’, pone como chupa de dómine a toda la izquierda caniche, así como a toda la casta intelectual sistémica que se alimenta (opíparamente) de sus zurrapas. Sin embargo, ha sido esta casta intelectual la que ha salido en tromba a defender a su injuriador, firmando un manifiesto lleno de mamonadas delicuescentes sobre las que Hasel se mearía y cagaría. Resulta muy instructivo leer los nombres (y apellidos) de los intelectuales firmantes del manifiesto, entre los que se hallan algunos de los mayores chupópteros del régimen vigente, del que reciben todo tipo de halagos y sobornos. Y algunos de estos intelectuales sistémicos, incluso, aparte de mamar de la teta del régimen vigente, han mamado también de la teta del régimen anterior, pues son hijos de papá de familias beneficiadas por el franquismo.
¿Y por qué esta jarca de millonarios, chupópteros de los dos regímenes políticos que Hasel detesta con odio azufroso, hijos de papá que jamás han arriesgado nada en cuanto escriben o dicen (alfalfa sistémica que aplaude el régimen) salen en defensa de Hasel? Pues por dos razones muy evidentes que retratan su vileza. En primer lugar, porque necesitan hacerse perdonar las tetas de las que han mamado hasta quedar ahítos; porque sus vidas son un puto psicodrama freudiano en el que, para hacerse perdonar los millones que han amasado comerciando con purrela sistémica, necesitan cultivar una retórica de barricada por completo postiza, fingiéndose grotescamente oposición rebelde al régimen (cuando, en realidad, ellos son puritito régimen). Y, en segundo lugar, porque saben que el régimen del que tanto han mamado está empezando a mostrar signos de derrumbe; y del mismo modo que ellos (o sus papás) fueron los primeros en hacerse demócratas de toda la vida, en cuanto el franquismo empezó a zozobrar, quieren ahora asegurarse poder seguir mamando en el régimen venidero, así sea la república o el comunismo estalinista. Porque esta casta chupóptera lo que quiere es mamar, seguir mamando siempre; y siempre, por supuesto, haciéndoselo perdonar.