ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
ERC se alinea con la CUP y Junts, y desvía el foco hacia los Mossos
La cúpula policial se conjura para aislarse del ruido político, molesta con el Govern
Una oportunidad perdida. ERC siguió ayer los pasos de la CUP y Junts y se situó entre los violentos que se manifiestan estos días contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel y los Mossos d’Esquadra, en una equidistancia que llevó a Pere Aragonès, presidente en funciones de la Generalitat, a anunciar que el próximo Govern catalán, que aspira a presidir, realizará una serie de reformas –no concretadas– en la Consejería de Interior, departamento del que dependen los Mossos d’Esquadra, para «fortalecer el modelo de policía democrática».
Al inicio de las rondas de contactos para formar el nuevo gobierno, el paso político lo sigue marcando la CUP, una formación independentista de corte antisistema, que ERC y Junts quieren sentar en la mesa del próximo ejecutivo del Palacio de la Generalitat. Así, Aragonès situó a ERC, este viernes, junto a Junts en la equidistancia y, eso sí, tras condenar la violencia callejera de una parte de los que acuden a las manifestaciones contra la prisión de Hasel, condenado por enaltecimiento del terrorismo, advirtió de que se llevará a cabo una revisión en el modelo policial, poniendo en duda de esta manera que los Mossos estén actuando correctamente, durante estas noches, a la hora de dispersar a los violentos y defenderse de estos.
En opinión de Aragonès, el modelo de la Policía de la Generalitat está «basado en la confianza entre el Cuerpo de Seguridad y la ciudadanía » y aseguró, en relación a la joven que perdió un ojo durante los enfrentamientos entre los radicales y los agentes, que « una eventual mala actuación individual no puede manchar la labor de un Cuerpo que trabaja para proteger la seguridad y los derechos y libertades de la ciudadanía». Señaló que la investigación interna será «ágil y diligente».
Aragonès se suma a las críticas a la actuación de los Mossos de estos días, que ayer también manifestaron Junts y la CUP. En un comunciado, tras la reunión entre estos dos partidos, Junts calificó como «inaceptable» la respuesta policial a las manifestaciones violentas que se han producido en las últimas noches en algunos puntos de Cataluña.
«Desde Junts valoramos críticamente las situaciones de violencia vivida y los errores cometidos por algunos agentes de la Brimo –los antidisturbios de los Mossos–, que en ningún caso pueden quedar impunes. Junts apuesta por un nuevo modelo de orden público», apuntó el partido que controla Carles Puigdemont desde Bélgica. Lo curioso, es que es Junts, precisamente, el que tiene la manija de la Consejería de Interior, en manos del posconvergente Miquel Sàmper. Este se unió a las voces secesionistas que apuestan por revisar el modelo de la Brigada Móvil (Brimo).
Mientras, los Mossos, objetivo principal de los ataques de los radicales estos días, tratan de seguir trabajando para mantener el orden público manteniéndose al margen del ruido político y las voces del secesionismo que los ponen en cuestión. Ayer, en la reunión semanal de la cúpula del cuerpo, encabezada por el mayor, Josep Lluís Trapero, los mandos se reafirmaron en su trabajo frente a los violentos. Más contundentes se muestran los sindicatos policiales, que incluso amenazan con un plante si el Govern –en connivencia con la CUP– les dejan vendidos.
Modelo
ERC y Junts, que quieren meter en el gobierno a la CUP, revisarán el modelo de Policía
autonómica
Cúpula policial
Los Mossos se reafirman en su
labor y los sindicatos van más allá: amagan
con un plante