ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Los bancos, objetivo de la cuarta noche de ira en Cataluña
Barricadas con contenedores en llamas, piedras y botellas contra los Mossos... La cuarta noche consecutiva de algaradas en la Ciudad Condal con la excusa del encarcelamiento de Hasel siguió el patrón violento de los últimos días. El elemento distintivo de ayer fue su saña con sucursales de entidades bancarias al destrozar tres oficinas. Hechos similares se registraron en Gerona, donde rompieron los cristales de otras tres entidades financieras. En Barcelona hubo cuatro detenidos.
Convocados desde la extrema izquierda independentista, los manifestantes se concentraron a partir de las 19 h. Esta vez, la cita era en la plaza Universidad, pero la marcha se dirigió hacia la Vía Laietana. Allí la emprendieron a botellazos y pedradas contra la Jefatura de la Policía Nacional, blindada por los antidisturbios de los Mossos. Luego, siguieron su camino.
Igual que las noches anteriores, la violencia volvió a desatarse rápido. Con un sentido de la impunidad pasmoso, los vándalos se hacían ‘selfies’ ante las barricadas recién prendidas, y solo unos pocos temían ser retratados al asaltar las entidades bancarias: «¡No grabéis!», gritó uno mientras reventaba la cristalera de una oficina. La ‘ hazaña’ acabó con el lanzamiento de un petardo en su interior, una pintada anarquista y un sonoro aplauso de orgullo.
A diferencia de otras jornadas, en Barcelona no se percibió ayer un cuerpo a cuerpo de los radicales contra los Mossos. Sí que lo hubo contra la Guardia Urbana en La Rambla, que ayer se convirtió en el epicentro de las algaradas. En sus cercanías, un grupo de radicales saqueó un Decathlon. Esos enfrentamientos con los agentes fue más nítido en la marcha de Gerona, donde también se produjeron disturbios. La CUP, formación que alimenta las algaradas, denunció que los Mossos habían agredido al cabeza de lista de su formación por Gerona en las pasadas elecciones autonómicas del 14-F.