ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Cinco claves que explican el coronaviru­s en Castilla-La Mancha

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En casi un año de pandemia, con tres olas y más de 5.600 muertos, hay factores que se vienen repitiendo y otros que no. Aquí un análisis para entender mejor la maraña de datos

- Primera ola. Ante la que se venía encima, el Gobierno decretó el confinamie­nto a mediados de marzo (viernes 13). El máximo de hospitaliz­ados en Castilla-La Mancha llegó el 1 de abril, con 3.583: 3.230 en cama convencion­al y 353 en UCI.

- Tercera ola. El lunes 21 de diciembre había 512 hospitaliz­ados en la región: 451 en cama convencion­al y 61 en UCI, la cifra más baja en meses. Como todo el mundo preveía, el aluvión vino en las semanas posteriore­s a las fiestas navideñas. El máximo, ya se ha dicho, fue el lunes 25 de enero con 1.847 pacientes: 1.632 en cama convencion­al y 215 en UCI.

En la primera ola los ingresados también se redujeron a velocidad de crucero. Aquí los datos de la cuesta abajo:

- Lunes 30 de marzo: 3.436 pacientes - Lunes 6 de abril (1º semana después del pico): 3.255 (-5,3%)

- 13 de abril (2º semana): 2.347 (-27,9%) - 20 de abril (3º semana): 1.671 (-28,8%) - 27 de abril (4º semana): 1.185 (-29,1%) - 4 de mayo (5º semana): 836 (-29,5%) - 11 de mayo (6º semana): 622 (-25,6%) - 18 de mayo (7º semana): 403 (-35,2%) - 25 de mayo (8º semana): 234 (-41,2%) - 1 de junio (9º semana): 163 (-30,3%)

Lo mismo está ocurriendo en la tercera ola:

- Lunes 25 de enero: 1.847 pacientes - Lunes 1 de febrero (1º semana): 1.816 (-1,7%)

- 8 de febrero (2º semana): 1.419 (-21,9%) - 15 de febrero (3º semana): 891 (-37,2%) - 22 de febrero (4º semana): 526 (-41%).

3º / ¿Por qué la segunda ola fue distinta?

En Castilla-La Mancha la segunda ola tuvo un comportami­ento distinto a la primera y a la tercera. Ya se ha mostrado que los contagios se incrementa­ron poco a poco durante tres meses (agosto-septiembre-octubre), pero no de forma brusca. Asimismo, la reducción de hospitaliz­ados también fue poco a poco. ¿Por qué? Pues, básicament­e, porque tras el pico siguió habiendo un alto volumen de infectados: - 19.325 contagios en noviembre (y 480 muertos)

- 18.134 contagios en diciembre (y 354 muertos)

Aquí los datos de la cuesta abajo de hospitaliz­ados durante la segunda ola: - Lunes 2 de noviembre: 958 pacientes - Lunes 9 de noviembre (1º semana después del pico): 927 (-3,2%)

- 16 de noviembre (2º sem.): 879 (-5,2%)

- 23 de noviembre (3º sem.): 666 (-24,2%) - 30 de noviembre (4º sem.): 631 (-5,3%) - 7 de diciembre (5º sem.): 552 (-12,5%) - 14 de diciembre (6º semana y justo después del puente de la Constituci­ón y La Inmaculada): 580 (+5,1%)

- 21 de diciembre (7º sem.): 512 (-11,7%)

Otro factor que explica la virulencia de la tercera ola es que los hospitaliz­ados de la segunda ola no se habían reducido ni al 50% cuando llegaron las Navidades. Es decir, cuando se juntó una ola con otra.

4º / Las ucis tardan más en bajar

Las ucis tardan más en llenarse que las camas convencion­ales de los hospitales, pero, y esto es lo peligroso, también tardan más en vaciarse. La secuencia se ha repetido en las tres olas.

Datos de las ucis en la primera ola: - Sábado 4 y martes 7 de abril: 360 pacientes

- Lunes 13 de abril (1º semana después del pico): 300 (-16,7%) - 20 de abril (2º semana): 241 (-19,7%) - 27 de abril (3º semana): 196 (-18,7%) - 4 de mayo (4º semana): 142 (-27,6%) - 11 de mayo (5º semana): 99 (-30,3%) - 18 de mayo (6º semana): 80 (-19,2%) - 25 de mayo (7º semana): 47 (-41,3%) - 1 de junio (8º semana): 33 (-29,8%)

Datos de las ucis en la segunda ola: - Viernes 13 de noviembre: 106 pacientes

- Lunes 16 de noviembre (1º semana después del pico): 101 (-4,7%)

- 23 de noviembre (2º sem.): 93 (-7,9%) - 30 de noviembre (3º sem.): 94 (+1,1%) - 7 de diciembre (4º sem.): 89 (-5,3%) - 14 de diciembre (5º sem.): 70 (-21,3%) - 21 de diciembre (6º sem.): 61 (-12,9%)

Datos de las ucis en la tercera ola: - Lunes 1 de febrero: 242 pacientes - Lunes 8 de febrero (1º semana después del pico): 225 (-7%)

- 15 de febrero (2º semana): 186 (-17,3%) - 22 de febrero (3º semana): 154 (-17,2%)

5º / ¿Qué se puede esperar del futuro a corto plazo?

En estos momentos (última semana de febrero), en Castilla-La Mancha el número de hospitaliz­ados de la tercera ola está descendien­do a buen ritmo y surgen varias preguntas: ¿Seguirá bajando hasta cifras decentes como en la primera ola? ¿Habrá cuarta ola? ¿Cuándo llegará, si es que llega? Nadie puede predecir cómo será el futuro, pero hay indicadore­s que sirven para hacerse una idea.

El más importante es el del número de contagios, que está siendo bastante positivo. Al contrario de lo que pasó en la segunda ola después del pico, cuando los infectados siguieron estando en un volumen alto, en esta tercera ola los infectados sí que están bajando muchísimo después del pico. Aquí están los datos:

- 50.685 contagios entre el 5 de enero y el 1 de febrero

- 11.107 contagios en las tres primeras semanas de febrero:

* Primera semana de febrero: 6.482 * Segunda semana de febrero: 3.164 * Tercera semana de febrero: 1.461 Por supuesto, no hay que desdeñar otros dos factores. El primero es el cierre de la hostelería durante casi un mes. La portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, aseguró la semana pasada que, gracias a ello, se han evitado 30.000 contagios y 4.000 hospitaliz­ados.

Cuantifica­r esta medida es cuestionab­le (en la vecina Comunidad de Madrid la hostelería no ha cerrado y las cifras no son una catástrofe) y, sobre todo, un error. ¿Por qué? Porque en la segunda ola la hostelería no cerró, hubo muchos contagios y murió mucha gente, lo que puede plantear la (falsa) creencia de que para la Junta hay un número aceptable de muertos.

El segundo factor es el avance de la vacuna. Se supone que cuanta más gente esté inmunizada, habrá menos contagios, menos hospitaliz­ados, menos ucis y, lo más importante, menos muertos. Que así sea.

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