ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Histórico desfile de momias reales por las calles de El Cairo
Los cuerpos de 22 reinas y faraones se llevaron con honores al nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia
Un desfile insólito, sin precedentes, de 22 momias de reyes y reinas del Antiguo Egipto tomó ayer las calles de El Cairo. El cortejo fue bautizado con el lema ‘El desfile dorado de los faraones’. Había una fuerte presencia policial en la plaza Tahrir, de donde salió la procesión de 18 momias de reyes y cuatro reinas. Un viaje, de solo siete kilómetros, que empezó a las seis de la tarde y que duró unos cuarenta minutos, desde el Museo Egipcio, donde hasta ahora estaban las momias, hasta el nuevo hogar de los faraones, el Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC), en Al Fustat, al sur de la capital, en el barrio copto. Cada faraón iba en su sarcófago, transportado en una carroza dorada con su nombre, elaborada por artistas egipcios, imitando los carros de combate encontrados en la tumba de Tutankamón, pero con tecnología moderna: tenían unas condiciones muy similares a las de las urnas en las que estaban en el museo y un mecanismo para evitar impactos. A las puertas del nuevo museo, los ilustres faraones fueron recibidos por el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi, altas autoridades del país y arqueólogos, como Zahi Hawass. «Todo el mundo va a ver esto», decía. No le faltaba razón, pues millones de espectadores lo siguieron a través de los 300 canales de televisión que lo emitieron en directo y del canal oficial de YouTube del Ministerio de Antigüedades y Turismo egipcio.
La plaza Tahrir, recientemente decorada con el obelisco de Ramsés II y cuatro esfinges con cabeza de carnero, se cerró a vehículos y peatones. En orden cronológico, el faraón Seqenenre Tâa (siglo XVI a.C.), apodado «el valiente», abrió la procesión, que fue cerrada por Ramsés IX (siglo XII a.C.). Entre las momias más famosas del desfile se hallaban las de Hatshepsut y Ramsés II, uno de los faraones más poderosos, que reinó 67 años (1301-1236 a.C.). El evento estuvo amenizado por actuaciones musicales de artistas egipcios. El NMEC abrirá hoy sus puertas, pero las momias no estarán en exhibición pública hasta el 18 de abril, pues primero deberán aclimatarse a su nuevo hogar.
Bajo el hashtag #malédiction_des_pharaons, muchos internautas asociaron los recientes desastres en Egipto con una «maldición» por mover a las momias. En una semana, Egipto ha sufrido el bloqueo del canal de Suez por un buque; un accidente de tren, que dejó 18 muertos en Sohag, y el colapso de un edificio en El Cairo, que provocó la muerte de al menos 25 personas.
Arriba, tres de las
cuádrigas que evocaban el Antiguo
Egipto. A la derecha, la plaza
Tahrir, con el obelisco de Ramsés II y cuatro esfinges con cabeza de carnero. A la izquierda, detalle
del sarcófago de una de las momias
Lleno de ‘No hay billetes’ en la primera corrida de la temporada en Extremadura. (Aquí sí han permitido el aforo del cincuenta por ciento). En el cartel anunciador, un rótulo: ‘Extremadura, tierra taurina’. Es verdad: Bienvenida es un pueblo de Badajoz, donde nació ‘el Papa Negro’, fundador de la dinastía. A los diestros de esta tarde hay que añadir, entre los actuales, a Juan Mora, Talavante, Ginés Marín, Garrido, Rafael Cerro, Posada de Maravillas... Y varias ganaderías andaluzas se han trasladado a esta zona, uniéndose a las que ya había.
Los toros de Luis Algarra muestran gran nobleza, con un juego desigual. Antonio Ferrera se estrella con el peor lote. Miguel Ángel Perera falla con la espada. Emilio de Justo es el rotundo triunfador.
El primero empuja en varas, aguanta bien Antonio Prieto: Ferrera le hace saludar, en un gesto poco frecuente y digno de aplauso. Lo saca del caballo toreando, como suele (la línea clásica de Gallito). Un gran par de Fernando Sánchez. El toro embiste con violencia y el diestro ha de usar todo su oficio para no ser desbordado. Mata a la segunda y saluda desde el callejón. El toro me ha recordado al fiero animal que canta Espronceda –nacido en Almendralejo– en su ‘ Diablo mundo’: «¿Visteis el toro que celoso brama,/ la cola ondeando, sacudida al viento?» El cuarto, burraco, flaquea mucho pero no lo devuelven. Lo cuida con muletazos a media altura pero el toro se derrumba y el público no sale de su enfado. Mata caído. Ha tenido el peor lote: un toro violento y otro, inválido.
Recibe Perera por verónicas al segundo; clava los pitones en la arena un buen rato, acusa el quebranto. Aprovecha su nobleza con muletazos suaves, templados; se le ve muy a gusto delante del toro pero pierde el trofeo al agarrar la estocada a la tercera. El quinto no se entrega del todo y se pega una voltereta, después de un gran par de Curro Javier. Comienza Perera con el primer muletazo cambiado de la temporada –¿cuántos veremos?–. El toro, muy dócil, quiere irse. Lo imanta en su poderosa muleta pero se apaga y acaba rajado en tablas. Acaba con el arrimón, deslucido por un toro muy parado. Se ha pasado de faena y mata mal: ¡esa espada! Un diestro tan poderoso necesita toros con mayor poder.
Emilio de Justo fue uno de los que más toreó el año pasado, y con buen éxito. Se parte el pitón de salida el tercero.
Recibe flexionando la rodilla al sobrero. Quita con chicuelinas y tafalleras. Saluda en banderillas Ángel Gómez. El toro embiste con alegría y nobleza. El diestro tarda algo en acoplarse pero acaba trazando buenos naturales clásicos, de mano baja. Después de pinchar, se vuelca con la espada, sale con la taleguilla destrozada, en un momento de gran emoción: dos orejas. Por poco se ha librado de un grave percance.
Lentas chicuelinas
Recibe con verónicas al último y se luce con lentas chicuelinas, también de compás abierto (la moda que trajo José Tomás, que no logro entender). Saluda Morenito de Arlés. Brinda a Luis Reina, matador de la tierra y director de la Escuela de Badajoz. El toro flojea un poco pero es muy noble. Sin probaturas, saborea las dulces embestidas en muletazos largos y templados, por los dos lados: una faena redonda, con un toro excelente. Rubrica con una gran estocada: dos orejas y rabo y vuelta al ruedo a ‘Andorrano’, un gran toro.
La gloria de este Sábado de Gloria ha sido para Emilio de Justo. Es justo levantar, en su honor, la copa de cava: de cava de Almendralejo, naturalmente.