ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Erdogan rechaza los gestos de acercamiento de Europa
Las relaciones entre la Unión Europea y Turquía seguirán evolucionando por el momento en un terreno resbaladizo. La visita oficial a Ankara del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la de la Comisión, Úrsula von der Leyen, ha vuelto a dejar las cosas donde estaban, es decir, con el autócrata turco Recep Tayip Erdogán en condiciones de mantener su presión a la UE en todos los campos de su interés. La visita de las dos máximas autoridades comunitarias ha tenido lugar dos semanas después de la cumbre europea de marzo, en la que los Veintisiete acordaron intentar lanzar una agenda positiva respecto a Turquía, a condición de que Ankara mantenga la actitud dialogante en el Mediterráneo oriental, donde se habían suscitado graves tensiones con Grecia y Chipre.
La UE esperaba que Erdogán aprovecharía para enviar un mensaje positivo y accedería a aplazar al menos su decisión de retirar a Turquía del Convenio de Estambul creado para fomentar la cooperación de los países para eliminar la violencia contra las mujeres, pero el dirigente turco se ha mostrado inflexible a pesar de que para Von der Leyen abandonar la convención «no es lo correcto».
Así que para decir que no había habido avances, la presidenta Von der Leyen maquilló el escaso resultado de esta visita con esta frase llena de sobreentendidos: «Estamos al comienzo del camino y el futuro mostrará cuánto podremos caminar juntos » . Después de un periodo de tensiones, la última cumbre europea decidió que se haría un intento de mejorar las relaciones ofreciendo a Turquía una renovación del acuerdo de unión aduanera, que se volvería a hablar de la cuestión de la exención de visado para entrar en la UE y una mejora del acuerdo migratorio de 2016 por el que se le paga para que contenga el flujo de refugiados de guerra y migrantes. Michel confirmó que en la próxima cumbre europea se evaluará de nuevo la evolución de las relaciones.