Bajo sospecha media docena de vacunas basadas en adenovirus

No solo AstraZeneca y Janssen comparten la tecnología que eleva el riesgo de trombos

Las dos vacunas que han generado alarma por la aparición de trombos comparten la misma tecnología de fabricación. AstraZeneca y Janssen utilizan diferentes adenovirus como taxis biológicos para transportar un gen del coronavirus y generar así defensas contra el Covid-19. De momento, solo es una sospecha, pero si se confirmara la relación entre esta tecnología y la aparición de efectos secundarios sería una mala noticia porque no serían las únicas que quedarían bajo sospecha.

En el mundo ya hay comercializadas contra el Covid-19 cuatro vacunas basadas en adenovirus. Además de las mencionadas, la rusa Spútnik V y la china del laboratorio CanSino están basadas en la misma estrategia. Y, al menos, hay otras dos similares que se ensayan en China y la India, aunque no hay datos sobre si han completado su desarrollo.

De momento, todo son suposiciones. «No sabemos si existe algo especial en este tipo de vacunas o si nos encontraremos problemas similares con otras», reconoce Carmen Cámara, inmunóloga del Hospital La Paz de Madrid y secretaria de la Sociedad Española de Inmunología.

La campaña de vacunación del Covid-19 se ha convertido en el mayor banco de pruebas al que se han sometido las vacunas. Por primera vez, se inmuniza a todos los grupos de población y se hace a gran escala, por millones de ciudadanos. Hasta ahora eran habituales las vacunaciones de niños pero no tanto a adultos jóvenes, donde se están focalizando los efectos más raros: coágulos acompañados de un descenso de plaquetas. La literatura médica ya había descrito casos muy raros de descenso de plaquetas tras inyectarles la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas). «No se han visto coágulos porque no tienen edad de tenerlos, pero quizá podría ser la misma reacción que estamos viendo con las vacunas del Covid. Todas las hipótesis están abiertas: o es algo específico de los adenovirus, que sería raro, o es un efecto común de la vacunación en adultos jóvenes», propone la inmunóloga.

¿ Por qué no se ha visto con otras vacunas hasta ahora? Una de las razónes, según Cámara, es que se trata de la primera vez que se inocula a tantos adultos jóvenes a la vez. «Empezamos en todos los países con las personas más mayores donde no se han visto este tipo de reacciones. Quizá, por eso, aún no haya casos relacionados con las vacunas de Pfizer o Moderna», opina.

La recomendación clara de la Sociedad Española de Inmunología es continuar vacunando a los mayores de 60 años, el grupo en el que no hay duda de que los beneficios superan los riesgos.

O el origen está en el adenovirus o es una reacción rara que puede causar cualquier vacuna a

adultos jóvenes