ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El sector conservador del TC dice que el fallo de Cantó apuesta por restringir derechos
Los votos particulares a la sentencia reivindican la doctrina frente al legalismo
La controvertida sentencia de la Sala Primera del Tribunal Constitucional que salió adelante el pasado jueves gracias al voto de calidad del presidente, Juan José Rivas, tiene su respuesta en forma de tres votos particulares firmados por los magistrados conservadores Andrés Ollero, Santiago Martínez-Varés y Alfredo Montoya. Apostaban, contra el criterio de los progresistas Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, por permitir que Toni Cantó y Andrés Conde pudiesen ser candidatos del PP en las elecciones a la Asamblea de Madrid, estimando el recurso de amparo de los populares.
Los tres coinciden en lamentar que el tribunal de garantías, contra su propia doctrina y según exponen, contra todo pronóstico, habida cuenta de que la admisión a trámite lo fue por unanimidad y la relevancia constitucional, haya apostado por una solución legalista en lugar de hacer una lectura expansiva del derecho de sufragio, como es su función.
La clave está en que esa doctrina fija «la obligación (...) de que tanto la Administración electoral como los Jueces y Tribunales al revisar los actos y resoluciones dictados por aquélla, opten por la interpretación de la legalidad más favorable a la eficacia de tales derechos». Sin embargo, la mitad de la Sala ha rechazado esta premisa por entender, como dice la sentencia, que en el caso concreto «una interpretación más flexible del derecho fundamental (...) no es posible» al resultar «abiertamente contraria a una previsión legal que pone de manifiesto la voluntad del legislador».
El pie de la Ley Electoral
Se refiere a que la Ley Electoral de Madrid, como la estatal, dice que para el ejercicio de sufragio «es indispensable la inscripción en el Censo Electoral vigente», que se cerró en enero de