ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El título se le esfuma ante el Athletic
El Barcelona afrontaba la Supercopa de España después de un inicio de temporada decepcionante y tras una leve mejoría en su juego y resultados. Después de superar con más apuros de los previstos a la Real Sociedad (prórroga y penaltis tras el 11 final) veía con optimismo la posibilidad de ganar su primer título del año ante un Athletic que había dejado fuera al Real Madrid. Un título menor que adquiría visos de bálsamo ante la grave crisis institucional y económica que atravesaba el club azulgrana. Los dos goles de Griezmann fueron insuficientes para ganar un partido que Villalibre empató en el último minuto y que Williams (en la imagen) remató en la prórroga. Messi fue expulsado y Koeman no quiso hablar del árbitro «para no repetir cosas que ya he dicho».
Parecía que el Barça se había rehecho de la mala trayectoria liguera encadenando ocho partidos seguidos sin perder, con tres victorias consecutivas. El equipo estaba levantando cabeza después de las dos duras derrotas seguidas ante Cádiz (21) y Juventus (0-3), pero la final ante el Athletic volvió a hundir a un grupo que empezaba a asomar la cabeza. «No es un paso atrás. Un título conviene para demostrar que estás en el buen camino. Vamos a demostrar que es así, pronto», explicó entonces Koeman ante el escepticismo general de prensa y aficionados.