Demanda precautoria de los fundadores

La Superliga lleva años en el horno, pero se han precipitado los acontecimientos en estos últimos días. Ante la decisión de la UEFA de renovar la Champions League y ofrecer un nuevo formato con más dinero a repartir, Florentino Pérez habló con sus socios de esta aventura y aceleró los pasos, tres días vertiginosos para que el nuevo evento viera la luz. El jueves, el presidente del Real Madrid conversó con todos los implicados y se tomó la decisión de dar un paso al frente, tan poderoso que el fútbol europeo, el que se ha conocido hasta ahora, se tambalea.

No hay improvisación, más bien todo lo contrario. De hecho, tal y como ha podido saber ABC, los 12 clubes fundadores de la Superliga presentaron el viernes en un juzgado de lo mercantil una demanda precautoria contra la UEFA en la que reclamaban no ser expulsados de sus competiciones ni recibir castigos hasta que no se resolviera el conflicto, si es que terminaba en juicio. Es decir, se cubrían las espaldas y tenían todo estudiado ya que la UEFA había amenazado en más de una ocasión con tomar medidas muy severas contra todo aquel que se sumara a la Superliga. La demanda se presentó en Madrid y no en Suiza ante el temor de que ahí no tuviera recorrido.

El asunto está lejos de resolverse y Ceferin, hombre implacable, estaba ayer dispuesto a zanjarlo de raíz. Sus vicepresidentes frenaron su ímpetu y desde la UEFA entienden que hay que buscar soluciones. El problema está detectado: el fútbol ha perdido interés y el calendario está saturado, así que la medida que quieren trasladar a las ligas es la de reducir las competiciones y que pasen a ser de 16 equipos. En esencia, que los torneos domésticos resuelvan parte de esta guerra ya que, de lo contrario, la UEFA expulsará a los clubes de la Superliga y a los participantes. Sin ellos, que jamás se han opuesto a seguir jugando en las ligas nacionales, el fútbol local pierde todo su valor.

Atado

Los clubes de la Superliga, conscientes de que la UEFA iba a reaccionar, presentaron la denuncia en un juzgado de Madrid