ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La odisea de elegir estudios cuando no hay una vocación
Los docentes, por todo ello, cumplen una importante labor de orientación sobre sus alumnos. « Debemos ayudarles –prosigue Zósimo López– a vencer ese halo de éxito de algunas profesiones que están distorsionadas y apoyarles para que sepan definir quiénes son ellos, qué quieren ser y cómo pueden lograr ser felices. La felicidad supone sentirse libres y no siempre hay que ser un líder para ello, sino encontrar cada uno su sitio en el plano laboral, social y familiar porque todo está muy conectado».
Este profesor también destaca que muchas familias reniegan de la Formación Profesional por creer que sigue denostada y que quien la realiza es un estudiante que quiere esforzarse poco, « pero lo cierto es que es una opción muy válida y con una oferta de empleo muy atractiva».
Y respecto a la educación superior, también advierte que hay estudiantes que dudan porque se trata de una formación más
largo plazo «y consideran que formarse para acceder a algunos empleos actuales es un esfuerzo mayúsculo porque cuando terminen la carrera quizá ese empleo no exista. Sin embargo, lo óptimo es tener una buena base que les posibilite ir evolucionando según vaya avanzando el mercado laboral».
Ante un panorama de tanta incertidumbre, José Castellanos aconseja a los padres «centrarse en conocer qué es exactamente lo que le gusta hacer a su hijo e identificar qué se le da bien. Si hay muchas dudas, lo mejor es concertar una cita con los tutores escolares que son quienes mejor conocen sus habilidades».
La mayoría de los colegios también está realizando importantes esfuerzos para organizar actividades como llevar a las aulas a profesionales de distintas áreas de la empresa para que les expliquen en qué consiste su profesión y quehacer diario. Colegios como el Everest de Madrid van más allá. Su programa Work Experiencie, por el que ya han pasado más de 1.600 alumnos de Bachillerato, consigue que los estudiantes estén una semana en una empresa del sector que les más les interesa para conocer de primera mano cómo se trabaja en ellas. «Les ayuda a reforzar su decisión o, por el contrario, a darse cuenta de que no es lo que ellos pensaban, lo que les permite barajar otras opciones profesionales – indica Javier Soriano, director de Orientación Profesional de este colegio–. La mayoría continúa con su idea inicial, pero un 30% decide buscar otras opciones». Además de conocer los distintos
de
LO QUE NUNCA DEBEN HACER LOS PADRES
Intentar reorientar las preferencias de los hijos hacia los intereses de los progenitores: que elija la profesión de sus padres, que continúe la saga de la empresa familiar...
Quitarles la ilusión de convertirse en empresarios o de trabajar en determinados sectores porque ofrezcan menor seguridad laboral y forzarles a una opción más segura, pero que no les entusiasma.
Imponerse sin darles opciones. Decidir por ellos.
Decirles que no valen para lo que manifiestan ilusión. Deben tener libertad de querer ser felices en su trabajo. hacia el mundo empresarial». En aquella ocasión, gracias a participar de nuevo en Work Experiencie, pudo conocer una empresa por dentro y sus departamentos de contabilidad, marketing, financiero, recursos humanos... «Fue una experiencia muy enriquecedora, me abrió los ojos y me ayudó a darme cuenta de que aquello sí que era lo mío».
Según Tomás, todos los colegios e institutos deberían ofrecer iniciativas similares «porque partamentos y rutinas diarias de cada profesión, según indica Soriano, descubren lo que es tener unos horarios, ajustarse a la vestimenta y reglas de cada entidad, recibir órdenes de un jefe... «lo que les pone en situación sobre lo que será su futuro trabajo».
Búsqueda de información
José Castellanos también recomienda a los padres que ayuden a sus hijos a buscar en internet los informes más recientes sobre las salidas profesionales de mayor demanda, en qué universidades se forma para ellas o qué significan determinadas funciones nuevas que no son muy conocidas. Pero, sobre todo, en lo que hace hincapié este experto en contratación laboral, es en que «lo que nunca deben hacer las familias es redirigir la carrera de sus hijos hacia los intereses propios de los padres, decirles que no hagan lo que les gusta porque con ello se gana muy poco dinero –se olvidan de que hay que ser felices en el trabajo– o imponerles una carrera profesional».
En cualquier caso, María Crespi, mentora de alumnos en el departamento de Orientación de la Universidad Francisco de Vitoria, recuerda a las familias que no solo se centren en preguntar a su hijo ¿qué quieres hacer? o ¿dónde lo vas a estudiar? «Su hijo es una persona que está pasándolo mal por este asunto, por ello también hay que cambiar el diálogo e interesarse por saber cómo se siente, qué piensa, quién cree que es, en qué considera que será feliz... Se trata –prosigue esta experta– de cuestiones más personales que le ayudarán a sentirse acompañado en la toma de su decisión. Los padres no deben ir por delante ni por detrás, sino al lado. Es verdad que lleva tiempo, pero no deben tener pereza de man
tener este diálogo».
GRAN AYUDA
Los tutores del colegio disponen de datos útiles de las habilidades
del alumno
cuando tienes dudas, la oportunidad de poder conocer una empresa por dentro, del sector que sea, y ver cómo se trabaja en ella en el día a día, ayuda muchísimo a tomar una decisión sobre el futuro profesional».
Tomás está actualmente matriculado en la carrera de Relaciones laborales y Recursos Humanos de la Universidad de Salamanca, con la total seguridad de que en un futuro le gustaría ser director de Recursos Humanos.