ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La dama de hierro blue
Marina Granovskaia, la mujer más poderosa del fútbol, guía al Chelsea de Abramovich con firmeza y éxito
l fútbol de primer nivel continúa siendo un lugar casi exclusivamente de hombres. Algo, muy poco, eso sí, ha cambiado en este aspecto en los últimos años, pero la realidad es que en el organigrama de los grandes y medianos clubes la presencia de mujeres es todavía residual. Solo dos de las mejores entidades del mundo tienen a féminas en puestos estratégicos. Uno es el Bayern, donde la exjugadora Kathleen Krüger ejerce de ‘team manager’. Solo tiene 35 años, pero es la jefa del vestuario bávaro. Una empleada con mando que tiene el respeto y la admiración de todos los estamentos del Bayern.
El otro club de élite que presume de una mujer con cargo de elevada responsabilidad es el Chelsea, precisamente el rival del Real Madrid en las semifinales de la Champions. Marina Granovskaia es la mano derecha de Roman Abramovich y, para muchos, la mujer más poderosa del fútbol. La dama de hierro, como la bautizó hace ya un tiempo ‘ The Times’. ¿No la conocen? No les extrañe. Ni redes sociales, ni entrevistas, ni fotografías... Su discreción es una de sus principales virtudes y uno de los secretos de su éxito, pero su abanico de recursos es gigante.
ERummenigge, hipnotizado
Para muestra de su valía, una reflexión. Pero no una cualquiera. «Puede que haya dos o tres clubes que puedan oponerse a la tendencia. Los números del Chelsea, por ejemplo, parecen muy positivos. Marina Granovskaia ha hecho un muy buen trabajo», explicaba Rummenigge hace un par de semanas. La admiración del presidente del Bayern por la ejecutiva blue viene sustentada en los números del Chelsea en estos 14 meses de pandemia que han hecho tiritar el futuro, a corto y medio plazo, de los mejores clubes del mundo.
El verano pasado, el Chelsea se gastó 247 millones en reforzar al equipo. Werner, Havertz, Chilwell, Ziyech, Mendy... numerosos y sonados fichajes en mitad del coronavirus, y la caja de la entidad londinense no sufrió ni cosquillas. El Chelsea presentó un balance de 37,5 millones de euros de beneficios y desde Inglaterra se apunta que este próximo verano sus cuentas volverán a ser de color verde, lo que le situará en una posición privilegiada para mejorar la plantilla.
Granovskaia nació en Rusia hace 46 años, pero también posee pasaporte canadiense. Licenciada en Lenguas
Extranjeras en 1997, su relación con Abramovich comenzó ese mismo año en la petrolera Sibneft, propiedad del magnate ruso hasta que la vendiera a Gazprom en 2003, justo cuando compró el Chelsea. De menos a más, hasta ser nombrada directora ejecutiva del equipo londinense en 2014, Marina se ha ido labrando una carrera intachable en la que su cometido ha sido guiar los negocios y el patrimonio del dueño del Chelsea. Y lo hace de manera brillante. Bien lo sabe Nike, la marca con la que cerró un acuerdo de 65 millones de euros anuales hasta 2032, y la mayoría de los clubes de Europa, entre ellos el Madrid, que en los últimos años ha tenido que lidiar con ella para traer a Courtois y Hazard: «Tiene todo lo que debe tener una persona que se dedica al mundo de los negocios», detalla gente del fútbol que la ha tratado.
Políglota y experimentada en cualquier batalla que se tenga que disputar entre cuatro paredes, a Marina no le tiembla la mano cuando las decisiones a tomar son impopulares. Así le sucedió en enero con el despido de Lampard, uno de los mejores futbolistas de la historia del Chelsea. El comunicado que hacía oficial su adiós no dejó indiferente a nadie, y ni mucho menos a Frank: «Ha sido una decisión muy difícil que no ha sido tomada a la ligera por el propietario y el consejo. Los recientes resultados y actuaciones no han respondido a las expectativas del club, dejándolo a mitad de tabla sin ningún camino claro hacia una mejoría». Una remontada que sí ha llegado con Tuchel, el entrenador que puso encima de la mesa Granovskaia para cambiar el rumbo de la temporada. El último acierto de la dama de hierro del fútbol.
Admirada entre la élite «Tiene todo lo que debe tener una persona de negocios», dicen quienes han tratado con ella