ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Juani Ruiz, la cooperante retenida por la justicia militar israelí
más de veinte soldados entraron en su casa de Beit Sahour donde reside con su esposo y su suegra y se la llevaron para interrogarla. Desde entonces le han trasladado varias veces de prisión y ahora se encuentra en la cárcel de Hasharón, cerca de Gaza, donde le someten a «interrogatorios de hasta seis horas ininterrumpidas», informaron los familiares en un comunicado.
Los HWC para los que trabaja Juani desde 1993 cuentan con decenas de clínicas en Palestina. Esta organización está en el punto de mira de las fuerzas de seguridad israelíes y hace un mes irrumpieron en su sede central en Ramala, confiscaron equipos informáticos y detuvieron a dos de sus responsables que siguen encarcelados.
Juani, natural de Madrid, es una persona muy querida entre la gran familia de la cooperación española y a las pocas horas de poner en marcha la campaña de solidaridad en redes ya se habían sumado 2.500 personas y 150 organizaciones. Desde Bruselas, quince eurodiputados de la Izquierda y los Verdes solicitaron al Alto Representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, la mediación de la UE para su liberación. Desde el Consulado de España en Jerusalén se sigue el caso de cerca, representantes diplomáticos han estado presentes en las últimas vistas y mantienen contacto permanente con la familia.
Medios israelíes como ‘Israel Hayom’ recogieron la detención de la española, destacaron que se trata de una «cooperante casada con un palestino desde hace 35 años» y, citando fuentes del Shin Bet, los servicios de inteligencia israelíes, apuntaron que «fue detenida por la sospecha de que puede estar envuelta en actividades terroristas como la financiación del Frente Popular para la Liberación de Palestina». Esta es la primera vez que los israelíes detienen a Juani después de más de tres décadas de vida y trabajo en los territorios palestinos.
PABLO Iglesias ha conseguido que las señoras digan palabrotas por la mañana. Ana Rosa: «¿Pero qué coño de fascismo?» (llamó fascista a Iglesias por señalarla, que no tiene escolta). Ana Terradillos, defendiendo que la Ser invite a Vox: «Eso no es blanquear el fascismo, eso es tener los huevos de llevar a todo el mundo». Tampoco es gran cosa, lo corriente. Invitar a un partido con 52 diputados en el Congreso. Me alegro de que dijera huevos. La Ser, pese al artículo, no es un ente femenino. Qué ridículo es cuando se dice ovarios pretendiendo que sirve igual.
Iglesias no estaba nominado a los Oscar, pero como actor es bueno. Todo ese drama. ¡Y Yolanda Díaz llevándose las manos a la cara con la noticia de la navaja de Reyes Maroto! «Ya está bien de amenazas fascistas», clamó Iglesias. Una amenaza con el remite de un enfermo mental. Cualquier día Iglesias se hace un plano secuencia para enseñarnos el infierno en el que vivimos. Eso sí es un infierno. Los Oscar empezaron con un plano secuencia que seguía a Regina King con títulos de crédito que daban a entender un formato de película. Llegó King al escenario y tropezó. A partir de ahí todo para abajo. Estoy de los planos secuencia hasta lo que dice Terradillos. Vale el de Orson Welles en ‘Sed de mal’, pero de ‘ True detective’ a ‘El colapso’ se los pueden meter donde les quepan. El plano secuencia (a veces falseado) no es más que poner eso que nombra Terradillos encima de la mesa, como Javier Gutiérrez en ‘El autor’.
En la madrugada, antes de perrear y después de que no le dieran el Oscar, Glenn Close dijo la palabra f, sólo f, sin el resto. Pero no por no ganar. Y menos mal que habiendo perdido ocho veces (la de ‘Las amistades peligrosas’ fue escandalosa) no se lo han dado por la birria de ‘Hillbilly’. Cuando Glenn apareció en nuestras vidas, las profesoras de mi instituto discutían si triunfaría pareciéndose tanto a Meryl Streep. Las chicas Gilmore también se preguntaban cómo Lenny Kravitz tenía tanto dinero con un solo éxito. Yo, como Ana Rosa, me pregunto qué coño de fascismo, nene.