ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Militao se confirma y el Madrid amplía opciones

-

Zidane daba descanso, por fin, a Modric y Kroos, los Gilbert & George del centrocamp­ismo. Salía con un 4-2-3-1 que en realidad era casi un 4-2-4 con laterales de vida alegre, además, y dos novedades importante­s: Blanco en el pivote, y Hazard tras Benzema, donde volvió a dar la impresión de estar rápido y con un juego nada torturado, aun hedonista. Dio un taconazo precioso, por ejemplo, casi cayéndose. Su verticalid­ad pareció intacta, como si no hubiera sido dañada estos meses.

Tuvo una ocasión nada más empezar y su ligereza contagió al Madrid, con un juego alegre al que Osasuna respondía sin cicatería. El partido parecía fútbol de la década anterior. Era soportable, incluso disfrutabl­e.

Hazard y Benzema tendían a buscarse. No mucho aún, pero había una cierta propensión. Como dos que se miran en la discoteca. Se intuía la inteligenc­ia entre ellos. Estos jugadores permiten creer en una ley futbolísti­ca de la atracción de los cuerpos: el producto de sus calidades dividido por el cuadrado de la distancia entre ellos. A más calidad, más atracción. Pero esa ley newtoniana del balón cedía a otra, que como un imperativo físico iba imponiendo al Madrid su última inercia tristona.

Pero de esto salió con unos minutos muy animados a la altura de la media hora. Una sucesión de centros bien dados: de Marcelo para Hazard, el primero, con paradón de Herrera, que repitió ante otros dos remates de Militao. De Kroos, esto es, de buen centrador, hacía Asensio, entonado y con la zurda elocuente, muy precisa.

Osasuna respondía con ráfagas de control de la pelota, con un buen trato al balón, con un juego ambicioso, nada mezquino, pero ocasiones no tenía. El Madrid sí había tenido varias, aunque, siendo realistas, a partir de simples centros laterales. Su juego fue decayendo hasta el descanso y esa sensación continuó empezada la segunda parte. Tras el espejismo hazardiano, la realidad del Madrid se parecía mucho a la de los últimos tiempos: su mayor peligro, su único peligro, para ser precisos, era un defensa, Militao, subiendo a rematar.

Lo mejor del partido ya eran dos centrales: Militao y Aridane.

Canteranos de refresco

Osasuna se estaba espesando y el Madrid no carburaba. Zidane extirpó la banda izquierda al completo, por nula, y salieron Rodrygo y Miguel Gutiérrez, que en su primera carrera mejoró el partido de Marcelo. Rodrygo también mejoró a un insustanci­al Vinicius. Ojo a Rodrygo que lleva unos partidos veloz y driblador, regateando no solo en seco, sino en carrera. Ese regate en carrera es un salto en su fútbol.

Era algo, pero aún poco. El Madrid necesitaba más, lo que fuera, y en el banquillo ya solo quedaba Isco. Tendría por delante veinte minutos para estructura­r el ataque, que es algo paradójico y muy difícil en el Madrid porque lo peligroso estaba detrás: Casemiro y Militao. ¿Cómo conseguir que ellos estén arriba y alguien defienda?

¡Pues se logró! Córner de Isco y remate de Militao en el segundo palo, haciendo una especie de moonwalk cabeceador. El gol valía mucho, mucho, y fue celebrado por el a menudo impasible Zidane.

Militao estaba enseñando algo nue

El central brasileño fue la mejor arma ofensiva de Zidane. Marcó el gol inicial en un buen partido del equipo blanco resuelto al final de la segunda parte

dolor. El central francés se sentó en la grada con hielo en el cuádriceps derecho. El club se teme que se pierda los encuentros frente al Chelsea y el Sevilla: «Espero que sea poco», adujo su jefe. Nacho, que descansaba con vistas a la batalla de Inglaterra, tuvo que saltar al campo.

Blanco, al primer equipo

Esta nueva baja era la confirmaci­ón del desgaste que soporta el Real Madrid desde hace cuatro meses. No hay gasolina en el plantel. Kroos también se sentía tocado y por ello no fue titular. Zidane ha gestionado esta difícil situación con rotaciones. A pesar de todo, las victorias marcan el devenir del equipo, que lucha contra todo para pelear por dos títulos. «No digo que vayamos a ganarlo todo, pero se puede ganar todo», manifestó Zidane. «Hemos pasado por muchas dificultad­es, pero luchamos por la Liga a falta de cuatro jornadas».

El canterano Antonio Blanco, veinte años, nacido en Montalbán, tierra de ajos, realizó un gran partido como titular. El cordobés le puso picante al centro del campo madridista con su presión constante al rival y sus pases precisos. Ayer compartió otra vez once con Casemiro, pero el andaluz se situó como pivote y el brasileño giró hacia la derecha. Será futbolista de Zidane la próxima temporada. Ejercerá como medio centro suplente de la plantilla en el futuro. La entidad no hará una contrataci­ón para esa posición. El fichaje estaba en casa, en La

Fábrica, en el Castilla. «Blanco estuvo bien, hizo su trabajo», adujo Zizou. «Es un orgullo vestir esta camiseta y espero jugar más partidos», señaló el futbolista con personalid­ad. Ganador de la Youth League con Raúl al mando, su carácter para dar pases en ataque y disparar a puerta gusta en la casa. No se arruga junto a los consagrado­s. El cordobés fue una inyección de energía en un conjunto desgastado por esas 54 lesiones y una plaga de Covid que ha diezmado al campeón vigente.

Miguel Gutiérrez, otro jugador de futuro, sustituyó a Marcelo en busca de savia nueva. El chaval es un lateral de

Zidane «Estoy muy contento, no digo que vayamos a ganarlo todo, pero este equipo puede

ganarlo todo»

clase, con velocidad. Zidane lo intentó todo para encontrar el gol con una marcha más, la de los jóvenes.

Hazard se marchó lamentando su partido, discreto. Vinicius estuvo mal y fue relevado por Rodrygo, que fue el revulsivo del encuentro. Su rapidez y regate encerraron a Osasuna.

Militao cabeceó cuatro veces y a la cuarta fue la vencida. El tanto premiaba el rendimient­o fenomenal del brasileño desde que saltó a la titularida­d. Suma ocho partidos magníficos. Se ha ganado el puesto tras dos años de críticas por una falta de continuida­d que ahora ha conseguido y ha aprovechad­o.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain