ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Arturo Suqué Puig (1930-2021)
Lideró el grupo Peralada y fundó junto a su esposa, Carmen Mateu, el festival con el mismo nombre
El pasado viernes se conocía el fallecimiento de Arturo Suqué Puig ( Barcelona, 1930), durante décadas al frente del holding Grupo Peralada, con diversificados intereses en el sector del juego, el vino, la industria o incluso la fabricación automovilística a través de la mítica y renacida marca de coches de lujo Hispano Suiza. Considerada una de las grandes fortunas catalanas, en 2015, tras más de cuatro décadas al frente del grupo, cedía el testigo de la gestión a sus tres hijos, poniendo fin a una dilatada y exitosa trayectoria, ligada también al mecenazgo cultural, siguiendo una larga y fecunda lista de empresarios catalanes que no entendían una faceta sin la otra.
Hijo del fabricante textil Arturo Suqué, en el campo empresarial y en el cultural su biografía no puede desligarse de la de Carmen Mateu Quintana, fallecida en 2018 y única hija de Miquel Mateu Quintana, primer alcalde de Barcelona tras la Guerra Civil, presidente de La Caixa durante tres décadas, presidente de la histórica patronal Fomento del Trabajo y propietario desde 1923 del Castillo de Peralada, en el Ampurdán, que continúa siendo desde su primera edición en 1987 sede del que es probablemente uno de los festivales de verano de mayor calidad y solera.
Miquel Mateu vio enseguida en su yerno Arturo la persona capaz de liderar un emporio empresarial que tendría en la emblemática propiedad de Gerona, que se remonta al siglo XIV, su divisa. Desde allí modernizó la bodega que lleva el mismo nombre, y en 1979, y junto a su esposa, convertirían parte de la propiedad en un casino, germen de un grupo dedicado al sector del ocio y el juego que sería hegemónico en Cataluña y que recibiría un impulso definitivo con la concesión de las licencias para los casinos de Sant Pere de Ribes, Lloret de Mar y, posteriormente, el Gran Casino de Barcelona.
La división dedicada al juego del ‘holding’ se vehicula a través de Inverama, antes Casinos de Cataluña, a la que se adjudicó la gestión de las loterías de la Generalitat, y fue protagonista del primer gran escándalo de financiación ilegal de Convergència Democràtica de Catalunya, el conocido como caso Casinos, que se cerró sin condenas. Artur Suqué siempre mostró sus simpatías por el nacionalismo convergente y por Jordi Pujol, conocido suyo desde la infancia.
Polémicas al margen, y en la misma línea de otros prohombres de la industria catalana que compaginaron la dedicación a sus negocios con su implicación cultural y social –hace apenas unas semanas fallecía por ejemplo Mariano Puig–, Suqué formó parte del grupo fundador y de la primera junta directiva del Círculo de Economía, entidad de vocación europeísta y una visión modernizadora de la empresa, y que presidió entre 1969 y 1972. Los tres hijos de Arturo Suqué y Carmen Mateu, Isabel, Javier y Miguel, prosiguen la labor al frente del grupo familiar.