ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Nacho Torrejón, con cuatro orejas, brilla en Esquivias
Novilladas
Cartel de ilusiones toledanas se daba cita en Esquivias. Tres novilleros de la provincia ante una ganadería de excepción. Animales de embestidas santacolomeañas para realizar faenas que requerían temple. A los números ganó Nacho Torrejón, y a las sensaciones también.
Había que llegarle mucho al noble tercero. Ante ello, Nacho Torrejón buscó la suavidad y el encaje para lograr muletazos al ralentí y de mano baja. Se vio un novillero con oficio a pesar de su escaso bagaje de luces y tuvo la virtud de administrar muy bien los tiempos y aprovechar las templadas embestidas del buen tercero. Ideas claras y faena medida previa a un espadazo (tras un metisaca) que puso en su mano el doble trofeo. Un alboroto formó Nacho Torrejón en el recibo a la verónica al cuajado sexto. Volvió a mostrar un toreo asentado y la facilidad para correr la mano a los animales con mucho temple. Faena de acople y gusto, en la que volvió a dejar una gran estocada al encuentro y que le valió dos trofeos más.
Menos clase tuvo el que hizo segundo. A un jaleado recibo de capote de Daniel Pérez, respondió con suaves verónicas Nacho Torrejón. Llegó lo mejor en la última tanda, donde toreó con más relajo y temple.
Salió reponiendo por abajo el quinto y anduvo inteligente Pérez en andarle sacándoselo del tercio. Vistoso y acertado tercio de banderillas volvió a dejar el espada, antes de una faena de muleta que brindó al respetable. Faena de mano baja y trazo largo en la que Pérez mostró un buen concepto del toreo y para la que contó con un gran oponente.
Se intentó lucir en el saludo al bonito primero Raúl Puebla y aportó gusto y temple Daniel Pérez en un quite a la verónica abrochado con una buena media. Mucho motor sacó el de La Quinta, que seguía las telas sin cesar, y al que faltó ahormar las acometidas.
Clase y ritmo apuntó de salida el cuarto en el capote de Raúl Puebla. En la faena de muleta se desplazó sin terminar de romper, pero de forma noble con embestidas a media altura. Toreros ayudados por alto antes de la suerte suprema, donde a pesar de no estar certero, paseó una oreja.