ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El mundo rural, una oportunidad para los grandes inversores en Castilla-La Mancha
La inmobiliaria Aldeas Abandonadas oferta en la región unas 200 propiedades, entre ellas fincas de caza, bodegas, palacios o molinos
rras», asegura la responsable de Aldeas Abandonadas, que oferta unos 200 inmuebles de la comunidad en su portal, con precios que van desde los 100.000 a los 20 millones de euros. Entre ellos, hay unas 75 casas rurales; 40 castillos, mansiones, palacios y casas señoriales; 10 aldeas y pequeños pueblos; 22 bodegas, viñedos y almazaras; 18 fincas y parcelas y, por último, 25 empresas y negocios.
Muchas de esas propiedades a la venta son muy peculiares por su valor histórico, arquitectónico o natural, incluso hay algunas de ellas que se encuentran dentro de parques naturales o tienen una catalogación patrimonial. Entre ellas, destaca una de las más grandes bodegas de España, además de otras con marca de prestigio, varios cotos de caza con casas señoriales con precios que van del millón a los 5 millones de euros y villas con mansiones entre 2 y 4 millones de euros, pero también parques solares y eólicos, ahora que están en boga.
Elvira Fafian cuenta que reciben muchas llamadas para pedir información, pero de las muchas llamadas que entran, algunos días superan las cien, tan solo dos acaban en venta. «No somos nosotros los que decidimos, pero intentamos concienciar al cliente de que esa compra y ese cambio que pretende hacer en su vida no es para un día, sino para muchos años. Al final, nuestra labor de asesoramiento llega hasta ahí, para que sean conscientes del paso que quieren dar y si ello tiene visos de futuro en un entorno rural como en el que compran», aclara.
«Boom» rural
Ahora, en su opinión, parece que hay un «boom» de lo rural, algo que se refleja en el aumento de clientes que preguntan por este tipo de propiedades. Este fenómeno, que puede ser una ventaja, también es un inconveniente. La razón que aduce la responsable de esta inmobiliaria es que «mucha gente quiere vivir en este entorno, pero con muy pocas iniciativas para asentarse allí, lo cual puede convertirse en un problema para los ayuntamientos y las diputaciones».
Ese interés, explica, puede deberse en muchos casos a una bajada de los costes, puesto que los propietarios fijan un precio, pero al final siempre se negocia a la baja. Además, la compra de estas propiedades no se hace en la mayoría de casos mediante una hipoteca bancaria, por lo que también se negocia la forma de pago.
La gerente de Aldeas Abandonadas subraya que su trabajo es muy exigente y requiere de mucho tiempo. «Si yo estuviera aquí solo para ganar dinero, lo habría dejado hace mucho», señala Elvira Fafian, que recalca que su empeño es «recuperar y repoblar» el medio rural. «Con nuestra labor le damos voz al agricultor o ganadero que quiere vender; si un viticultor busca algo para ampliar su negocio, se lo encontramos; y también ayudamos a alguien interesado en una casa de campo. En definitiva, luchar contra la despoblación», concluye.