ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Berberechos no nos quedan
Displicente e insólitamente ensoberbecida, la izquierda ha encajado
muy mal la tunda que Ayuso le propinó el martes. Anda como un púgil sonado que da vueltas en el
ring sin entender lo que le ha pasado, lanzando golpes al aire intentando aún ridiculizar el mensaje y estilo político de la dirigente del PP. Si Monedero decidió insultar a los votantes madrileños dudando de su inteli
gencia, Carmen Calvo intentó miniaturizar a Ayuso afirmando que al PSOE, fundado en la taberna Casa Labra, le es «difícil hablar de cañas, de berberechos y de ex». Ellos, de Metternich para arriba. Esta claro que en el PSOE no han entendido nada y que prefieren guarecerse en
una arrogancia (esta sí) verdaderamente zopenca.
as elecciones de Madrid han sido en su trastienda la liza de dos habilidosos consultores políticos, Iván Redondo por el PSOE y Miguel Ángel Rodríguez por el PP. El curtido y extrovertido gurú pucelano, de 57 años, le ha doblado la mano al introvertido donostiarra que susurra en el oído de Sánchez, que a sus 40 años es el fontanero que más poder haya acumulado jamás en La Moncloa (con una corte de un centenar de asesores y 22 directores generales, que algunos socialistas discrepantes ya denominan con sarcasmo ‘Redondistán’). Rodríguez (MAR) diseñó la estrategia que elevó a Isabel Díaz Ayuso de neófita dirigente regional a líder con eco estatal capaz de confrontar directamente con el presidente del Gobierno. Le salió bien. El PP se acostó el martes con 1,6 millones de votos y 65 escaños, mientras el PSOE caía a tercera fuerza en Madrid, con 610.000 papeletas y 24 diputados.
«¿Cómo ha visto a Redondo en esta campaña?», le pregunto a MAR. «No sé lo que ha hecho él. Pero lo que sí sé es que la campaña de Sánchez ha sido un
Ldesastre. Desde la definición de Gabilondo y la foto horrorosa hasta los cambios de guión». Ayuso no ha tenido problemas a la hora de reconocer en público su deuda con su gurú de cámara: «Es mi escudero, protector, compañero de aventuras; la persona que más me divierte, inspira y enseña».
La ahora pujante figura de los estrategas palaciegos no nació ayer. El asesor político más célebre de la historia, cuyos consejos todavía resuenan, murió en 1527, con 58 años y apartado a la fuerza de la vida pública. Se llamaba Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, procedía de una acomodada familia florentina y durante catorce años fue un exitoso diplomático y alto funcionario de la República de Florencia. Hasta que retornaron al poder los inevitables Médici, que lo encarcelaron y torturaron bajo acusaciones de traición. Liberado, se refugió en la lejanía de su finca y jamás logró retornar al corazón de la política. Pero la humanidad salió ganando con su desgracia. Y es que en su retiro Maquiavelo rubricó un clásico: ‘El príncipe’, un breve manual que instruye sobre cómo hacerse con el poder, y lo que es más difícil: cómo conservarlo.
El libro de Maquiavelo fue una bomba, cuya onda expansiva ha atravesado los siglos. Fundador de la ‘realpolitik’,
La ‘realpolitik’
Maquiavelo, el ‘spin doctor’ más celebre de la historia, firma el primer manual para conservar el poder
En campaña permanente
La profusión de elecciones y la evolución continua en redes sociales obligan al político actual a depender de jefes de gabinete como Iván Redondo (arriba)