ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Facebook mantiene el veto a Trump, que inaugura su propio sitio en internet
to a este organismo. Una suspensión indefinida «no es apropiada» y la compañía debe establecer una «sanción definida», que deberá tomar en seis meses.
Las cifras
En esencia, el consejo exige a Facebook que determine la suspensión permanente o un plazo temporal concreto y que establezca un proceso sancionador claro, con castigos previsibles.
Trump disponía en Facebook hasta enero de 32 millones de seguidores y la plataforma era una herramienta clave para diseminar sus opiniones entre su electorado y para publicitar campañas de financiación, que son decisivas en el sistema electoral estadounidense.
La decisión de silenciar a Trump otros seis meses afecta también a Instagram –red social que adquirió Facebook y donde el expresidente tenía 24 millones de seguidores–, mientras que sus cuentas también siguen suspendidas en otras tecnológicas como Twitter – el gran altavoz de Trump, con sus 88 millones de seguidores– o YouTube, propiedad de Google, donde cuenta con 2,75 millones de suscriptores. Trump puso en marcha ayer un sitio propio en internet, desde el que sus seguidores podrán usar mensajes para replicarlos en las grandes redes sociales.
La extensión del veto al expresidente, la voz más influyente de lejos en el Estados Unidos republicano, dará pábulo a las acusaciones de que las tecnológicas buscan silenciar a las voces conservadoras. En los últimos meses, ante una creciente presión del Congreso, de la opinión pública y de sus organizaciones, los gigantes tecnológicos han redoblado sus esfuerzos por eliminar la expansión de desinforma
La polémica decisión dispara las críticas de los republicanos, que acusan a la tecnológica de erigirse en «árbitro de la libertad de expresión»
ción sobre teorías conspiradoras –como QAnon–, los resultados electorales de noviembre de 2020 o la pandemia, todas ellas con mucho calado entre los más leales al expresidente Trump.
Las reacciones de los republicanos fueron furibundas, acusaron a Facebook de convertirse en «árbitro de la libertad de expresión» y amenazaron con ir a por la red social tras la decisión. «Rompedlos», fue el escueto mensaje que compartió el diputado Jim Jordan, peso pesado en la Cámara de