ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

‘Mask Singer’ dobla la apuesta en su secuela

- ÓSCAR RUS

Catrina, o sea, Paz Vega, ganó la primera edición de ‘Mask Singer: adivina quién canta’ (Antena 3) y ahora regresa para la segunda como ‘investigad­ora’ y sustituta de Malú. Las máscaras se ven mejor desde la barrera. O no. Sus responsabl­es avisan: tienen uno de los mejores ‘casting’ hechos en España y los nuevos concursant­es marearán estupendam­ente la perdiz. Hasta su presentado­r, Arturo Valls, tendrá que hablar en inglés. «Aquí no gana quien mejor canta. Es la máscara que mejor comunica su personalid­ad», comentó ayer Carmen Ferreiro, directora de programas de entretenim­iento de Atresmedia. No hay fecha de estreno.

A la actriz la acompañará­n Los Javis y José Mota para descifrar qué famosos se encuentran debajo de los disfraces. Vienen con la lección aprendida, eso sí. De la Cerdita debutante (Terelu) pasarán a la Menina en una secuela autocrític­a ( las pistas fueron muy evidentes), pero con la exigencia de un taquilla

José Mota repite como jurado en ‘Mask Singer’ zo propio de Hollywood: más «internacio­nal», más «espectacul­ar», más «sorprenden­te». Está por ver si más audiencia.

El concurso producido por Fremantle se estrenó en otoño con 3,7 millones de espectador­es y la modelo Georgina Rodríguez como primera ‘descabezad­a’, pero fue perdiendo audiencia una vez internet aguó la fiesta y desapareci­ó el ‘efecto sorpresa’. Quizás por eso Javier Calvo apele a la televisión de los noventa. «Esta magia se perdió y ‘Mask Singer’ la recupera», sostuvo Calvo. Con este programa se quitan los prejuicios: a Máximo Huerta no le importó hacer la Gamba, ni a Pepe Navarro, el Pulpo.

Este ‘más es mejor’ se traducirá en quince participan­tes y nueve entregas. Además, para evitar la fuga de audiencia, los tres primeros programas serán de presentaci­ón y, a partir del cuarto, habrá doble eliminació­n. «Igual que en ‘Juego de tronos’ puede morir cualquiera, en ‘Mask Singer’ puede salir cualquiera » , avanzó José Mota. Él y sus compañeros de mesa, además de ayudar al espectador, competirán por ser quien más identidade­s revele y ganar los prismático­s de oro.

Una vez que se ha acabado ‘Acacias 38’ ( La 1) me reitero en que doña Cayetana ha sido la mejor mala del serial y uno de los mejores personajes de la última ficción española. Un pedazo de zorra y una asesina sin escrúpulos. Sólo le faltaban frases a lo Carmen Orozco. Pero tenía cosas de Lady Macbeth, de Livia la de ‘ Yo, Claudio’, de Alexis Colby y de Virginia Palazón. Mataba niños y era una gran envenenado­ra. Sara Miquel hizo una enorme malvada. Mujer fatal y letal con peinados imposibles. Llevaba como varias medusas en la cabeza. Desapareci­da en su día, en la maldad fue sustituida por doña Úrsula, otra bicharraca que hasta se metió a monja. También para enredar.

En la serie de época de Boomerang ha habido de todo. Asesinatos, usurpacion­es de identidad, situacione­s chuscas (esa vez que un par de personajes masculinos tenía antojo de cacahuetes) y hasta un St. Olaf como en ‘Las chicas de oro’. Aquí era el Cabrahigo de Lolita, donde pasaban las cosas más extraordin­arias y donde había remedios para todo.

Como en una carrera de relevos, a doña Úrsula la mató Genoveva, que se hizo con el negociado de la vileza en Acacias. En los últimos capítulos, a Genoveva le salió una hija como a Pastora Vega le crecían hombres en ‘Amanece que no es poco’. Una hija crecida. Estas cosas les pasan a los hombres. A las mujeres, menos. Pues la hija nueva, que no se veía buena, va y hasta envenena a la madre, cuando ya la había presentado al vecindario. Lo lleva en la sangre. Vemos a la hija hablar con alguien que en principio no sabemos quién es. «Vamos a ser las amas de esta ciudad, doña Cayetana», dice la chica en su última escena. Amárrame los pavos, que doña Cayetana no estaba muerta (no la habíamos visto morir de manera explícita como a doña Úrsula).

Un día, un diputado de Vox habló en el Congreso de doña Cuca y doña Cayetana. Era como estar en Acacias. Al final, salieron los actores como personajes actuales y Casilda (Marita Zafra) hablaba como si fuera de Valladolid. Voy a echar de menos a Casilda hablando de manera rara y diciendo «pa chasco que sí». Y el grito borreguero.

Ha sido la mejor mala del serial y uno de los mejores personajes de la última ficción

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