ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El Gobierno, bajo presión
Duque y la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, se reúnen con la llamada Coalición de la Esperanza en medio de las protestas no cubano tiene presencia desde hace tiempo en diferentes sectores de la sociedad, especialmente en Bogotá, y que este episodio es uno más en el deterioro progresivo de las relaciones, tras la negativa de Cuba a extraditar a los dirigentes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la misma que se adjudicó el ataque a la Escuela General Santander en enero de 2019, en el que murieron jóvenes cadetes.
Pero las palabras de la ministra se dirigían igualmente a otros países. Señaló Blum los «pronunciamientos externos que no reflejan objetividad y que buscan alimentar la polarización en el país», tal vez refiriéndose al presidente argentino, Alberto Fernández, quien condenó la «violencia estatal», a propósito de las denuncias de exceso de la fuerza pública contra manifestantes y los asesinatos que se investigan. También se dirigían a parlamentarios alemanes que cuestionan la situación de derechos humanos y a las preocupaciones expresadas por la ONU, la UE, congresistas de EE.UU., el Departamento de Estado de ese país y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El excanciller colombiano Camilo Reyes Rodríguez anota que «la percepción de la comunidad internacional, medios y opinión pública es negativa porque representa un contraste con la percepción que se venía recibiendo de una Colombia con relativa estabilidad