ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El rival de Susana Díaz prevé un fuerte «viento de cambio» en el PSOE andaluz
No por esperado fue menos simbólico. El ya candidato socialista a la secretaría general del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, presentó ayer en Granada su candidatura en una plaza mayor del socialismo andaluz e imprescindible para una posible victoria. Díaz ganó aquí la votación contra el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero eso fue hace cuatro años y mucho ha cambiado en Granada desde entonces. Espadas lo sabe.
El acto en la capital nazarí fue una oportunidad para demostrar músculo ante unas primarias en principio inciertas. Espadas, durante su intervención, pareció un granadino más: citas a Lorca, recuerdos de viajes de trabajo en la provincia y la rememoración de la experiencia vital «por la que se hizo socialista». Y lanzó mensajes a su adversaria, aunque de forma velada: «Esta es la candidatura que hace autocrítica del 1 de octubre y del 2 de diciembre». En la primera fecha Pedro Sánchez abandonó la Ejecutiva del PSOE y en la segunda, Díaz perdió la Junta de Andalucía tras más de 36 años en el poder.
Porque Espadas no solo quería estrechar lazos entre la Andalucía oriental y occidental. «Conozco los agravios comparativos. Conmigo podéis desterrar completamente esto», señaló. La principal unidad de la que habló fue la de su propio partido. El sevillano denominó a la suya como «la candidatura de la unidad». Incluso, ofreció a Díaz elaborar una «candidatura conjunta».
Mano tendida
La mano tendida de Espadas aludió directamente a las posibles heridas que estos comicios pueden abrir en el seno de los socialistas andaluces. Esa unidad en entredicho dependerá en buena medida no sólo de los militantes, sino del equilibrio de fuerzas que su candidatura consiga entre los representantes políticos de cada provincia.
Portavoces municipales, concejales, y militantes de todos los puntos de Andalucía aplaudían a veces desentonados, a veces a rabiar con el viento dando guerra. Una muestra, según dijo Espadas, de un viento «de cambio» que contará con el apoyo de los más de 458 alcaldes y 4.200 concejales que su candidatura ha recabado. Todo con el apoyo implícito de Ferraz.
Su discurso tampoco escatimó en críticas al presidente andaluz, Juanma Moreno, y sin citar, salvo por el nombrado ofrecimiento, ni una sola vez a Díaz.