ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Juristas ven dífícil restituir a Pérez de los Cobos en su puesto
La Audiencia debe valorar si ejecutar la sentencia ahora perjudica a terceros
La petición del coronel Diego Pérez de los Cobos para que se ejecute la sentencia que ordenó restituirle en su puesto como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid abre la incógnita de cuáles serían las consecuencias de que la Audiencia Nacional decidiera acceder a esta solicitud sin antes haber resuelto el recurso de la Abogacía del Estado contra esa restitución. Las fuentes consultadas por ABC explican que al Ministerio del Interior no le quedaría otra salida que reponer al mando en su puesto y sería muy complicado tomar otras medidas una vez que eso se hubiera producido.
Si se decide ejecutar la sentencia, defenestrar de nuevo al coronel sería muy complicado de argumentar, porque una decisión como esa solo podría tomarse por hechos sobrevenidos, es decir, por circunstancias que puedan producirse desde el momento en que hubiese sido repuesto en el cargo. En caso contrario, se trataría de una decisión arbitraria y, como tal, susceptible de ser constitutiva de un delito de prevaricación.
Cuestión distinta es que el Ministerio del Interior vaya a aplicar en ese caso una vigilancia especial sobre todo lo que suceda a partir de ese momento en la Comandancia de Madrid. «Si a cualquiera de nosotros la Guardia Civil de Tráfico nos persiguiese durante 200 kilómetros, seguro que encontraba un motivo para multarnos», explican fuentes jurídicas consultadas por ABC. No obstante, las mismas fuentes creen que las posibilidades de éxito de esa petición de ejecución de la sentencia son escasas. «En la jurisdicción contencioso-administrativa eso solo es posible si las consecuencias de no hacer
Diego Pérez de los Cobos lo son irreversibles para el afectado, explican las mismas fuentes.
En este caso, el daño invocado por Pérez de los Cobos es que cuando se sustancien todos los recursos posibles el coronel puede haber pasado ya a la reserva. La argumentación en contra es que ese daño puede ser reparado con la indemnización correspondiente.
Pero hay otro elemento que entra en juego, que es el del bien público. En este caso opera como la obligación de destituir a otro coronel como jefe de la Comandancia de Madrid, cuando ya está ejerciendo como tal desde hace tiempo y cumple con todos los requisitos para el puesto. La pregunta es: ¿la reposición de Pérez de los Cobos al frente de la Comandancia de Madrid hasta qué punto afectaría ese bien común y los derechos también adquiridos por la persona que ya ocupa ese puesto?
Las fuentes jurídicas consultadas insisten en que en el coronel tiene un destino acorde a su empleo desde el primer momento, por lo que no hay daños añadidos al de haber sido relevado de su puesto; las consecuencias económicas, además, serían reparadas en caso de que así sucediera.
Lo que no está en juego, sin embargo, es que las decisiones de Pérez de los Cobos, una vez repuesto en el cargo si es el caso, pudieran ser impugnadas en el caso de que finalmente la Justicia diese la razón al Ministerio del Interior. «Serían legítimas, porque estarían adoptadas por alguien habilitado para ello».
El pasado 31 de marzo, la Audiencia Nacional anuló y dejó sin efecto la destitución del coronel como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid y ordenó a Interior su reingreso en el puesto. La sentencia consideró que Pérez de los Cobos cumplió con su obligación de no informar sobre las pesquisas que sobre el 8-M se instruían en un juzgado de Madrid.
Las Fuerzas Armadas y la industria nacional de Defensa están ante su momento decisivo. Ser o no ser en cuanto a modernización e impulso tecnológico. Actualmente, tres proyectos simbolizan ese nuevo futuro: los cuatro nuevos submarinos de la clase S-80 cuya primera unidad Isaac Peral (S-81) ya ha sido puesta a flote; el vehículo blindado de combate 8x8 Dragón, clave para la movilidad del Ejército de Tierra; y el avión de combate del futuro FCAS, proyecto europeo que involucra a Francia, Alemania y España.
El momento tampoco es sencillo, con un país (y sus Presupuestos) afrontando una crisis inesperada por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, desde el Ministerio de Defensa se insiste en que «los compromisos adquiridos para el nuevo ciclo inversor en Defensa se mantendrán». Se trata de una inversión de unos 12.900 millones de euros aprobados en una decena de proyectos para los próximos 15 años.
España destinará este año unos 3.200 millones de euros (22% del gasto total), a la adquisición de material de Defensa, según datos proporcionados por la Dirección General de Armamento y Material. Su director general, el almirante Santiago Ramón González Gómez, señala a ABC que «en estos momentos se gestionan 40 programas de armamento».
Fragata F-110, también clave
Otro de esos programas estrella en el futuro inmediato son las cinco nuevas fragatas F-110 (4.325 millones), claves también para el devenir de Navantia, astillero propiedad de la SEPI al cien por cien. «En breve (segunda quince
Airbus, a la espera de contratos clave
Vehículo 8x8 del Ejército de Tierra
En dos meses Defensa debe dar nuevos pasos para adjudicar la torre del nuevo vehículo 8x8 Dragón (en la imagen), proyecto liderado por Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa y Escribano.
para llevar al sector naval español a las excelencias de la industria 4.0».
Pero para Navantia, sin duda, hay otro proyecto en el corto plazo si cabe más importante: el submarino Isaac Peral, amadrinado por la Princesa de Asturias el 22 de abril. Se trata de un proyecto que ha tenido sus idas y venidas pero que finalmente ha salido adelante con un presupuesto final de 3.906,7 millones (una desviación de 1.771 millones).
La construcción de las cinco corbetas para Arabia Saudí, de la que recientemente se botó la tercera, o las pruebas de mar del segundo buque logístico AOR para la marina de Australia son otros de los proyectos en los que el astillero Navantia está inmerso en estos momentos y que resultan claves para poder ganar nuevas exportaciones.
En este plano, Gonzalo Mateo-Guerrero, director de Operaciones y Negocios de Navantia, señala cómo «hay varios proyectos internacionales posibles sobre la mesa: la construcción de un ‘Landing Platform Dock’ para Arabia Saudí [similar al buque Galicia, en la Armada Española] o buques patrulleros para Marruecos. Como otra opción tenemos la construcción de un patrullero de altura para España, aún en su etapa preliminar».
Airbus y el Ejército del Aire
La modernización de las Fuerzas Armadas también se juega en el cielo, donde se necesitan varias capacidades de modo urgente. Entre las prioridades para el Ejército del Aire: la sustitución de los cazas F-18 basados en Gran Canaria por nuevos Eurofighter; la adquisición de 4 aviones C-295 para patrulla
Submarino S-81 al fin
Navantia confía en que la puesta a flote del submarino S-81 sea un hito definitivo para la entrega a la Armada marítima; o la transformación de tres aviones A330 de Iberia en tanqueros, un contrato este que se espera firmar en el segundo semestre del año.
Para estos proyectos, la empresa de referencia es Airbus (4,12% de la SEPI), cuyo nuevo Campus de Defensa fue inaugurado en Getafe por el Rey, contando con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el CEO de Airbus, Guillaume Faury.
Alberto Gutiérrez, presidente de Airbus España, ha sido nombrado recientemente miembro del Comité Ejecutivo de la aeronáutica europea así como su ‘Chief Operating Officer’ (COO). Un guiño hacia España, que demandaba más peso orgánico dentro de la estructura de la compañía.
«El FCAS es el programa de defensa europeo más grande e importante del futuro próximo. A pesar de los desafíos iniciales, la compañía pudo trabajar con el cliente para garantizar que sus habilidades, experiencia, capacidades industriales y tecnológicas fueran fundamentales para la participación de España en el programa», señala a ABC el presidente de Airbus España.
A nivel nacional también destaca como clave para el sector aeronáutico español la aprobación de un nuevo programa para un avión entrenador para la fase de adiestramiento de caza, lo que se conoce como ‘Advanced FlexJet Trainer’.
Indra, Escribano, Pap Tecnos
La compañía tecnológica Indra (18,71% de la SEPI) también está involucrada, como empresa líder, en el proyecto del FCAS así como en otro vital para la modernización del Ejército de Tierra: el nuevo vehículo blindado 8x8, cuyo contrato inicial para construir 348 vehículos está valorado en 2.083 millones.
Para este proyecto se creó una empresa – Tess Defence– formada por Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering. «Hay una cita clave antes de que acabe el semestre: se debe elegir la torre de armas del vehículo que ya está probando la Legión en Almería», han informado a ABC fuentes conocedoras de la evolución del vehículo Dragón, como se le conoce en el Ejército.
Una de las empresas que aspira a hacerse con ese contrato de la torre es precisamente Escribano, con l a Guardian de 30 mm. Esta compañía, cuyas instalaciones han crecido en los últimos años en Alcalá de Henares (Madrid), vivirá un cambio en su accionariado en los próximos meses con la salida de su capital del Fondo Soberano de Omán, que actualmente ostenta el 32,2%.
Su presidente, Ángel Escribano, reclama «más España» para las soluciones a los requerimientos de las Fuerzas Armadas: «Tras la difícil situación vivida con el Covid en 2020 y que seguimos afrontando actualmente, es fundamental que España, apoyada por las iniciativas de cooperación europeas, apele a la unidad y asegure las capacidades tecnológicas industriales críticas necesarias para responder a una crisis de cualquier tipo y dotar a nuestras Fuerzas Armadas de sistemas y soluciones confiables y de vanguardia, para proteger a nuestros soldados en sus misiones y para ser en el futuro un referente internacional de tecnología en materia de Defensa».
Otra empresa española que aspira a hacerse con el contrato de la torre es Pap Tecnos, que presentó el 30 de abril su torre ‘Toledo 30S’: «Supone el compromiso con el desarrollo industrial de nuestro país, un proyecto que contará con un desarrollo superior al 71% en España. Un impulso en un momento crítico para la economía española y para las once empresas de siete comunidades que participan en el desarrollo de la torre».