ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Claves de la crisis
Convención
En julio, Cs celebrará una convención nacional que ya se tenía en mente antes del estallido de la pandemia. Ahora, pretende servir para «relanzar el centro político».
Participación
La dirección nacional aboga por implicar a la militancia y ha abierto nuevos canales de comunicación para que trasladen sus propuestas. Solo el tiempo dirá el peso real de los afiliados en las decisiones.
Desaparecida
Arrimadas delegó en Bal todo el protagonismo en la noche electoral y desde entonces no ha comparecido ante los medios. Solo se vio una intervención suya en abierto en un Comité Permanente.
Futuro
La gran pregunta por resolver es el futuro que le espera a Cs. Tras desaparecer de la Comunidad de Madrid, el riesgo de contagio es evidente. En la dirección siguen negándose a una fusión con el PP. en el ‘espacio naranja’ de la web de Cs, donde podrán trasladar sus peticiones al partido. Según fuentes oficiales consultadas por ABC, por ahora se ha habilitado, desde el viernes, un correo electrónico para que todos los militantes puedan aportar sus propuestas de cara a la citada convención.
Convención, ¿para qué?
Pero lo cierto es, como critican dirigentes ajenos al Comité Permanente, que nada se sabe de cómo se organizará esa convención nacional, qué peso tendrá ni para qué servirá. Si se podrá, por ejemplo, someter a una cuestión de confianza el liderazgo de Arrimadas o debatir el futuro político del partido más allá de esa suerte de bisagra que quiere reconstruir su líder pese al actual contexto.
Hay fuentes críticas que celebran la convención si realmente sirve para dar voz y voto a la militancia, pero que sospechan que lo que realmente busca es una operación cosmética para sostener el liderazgo de Arrimadas, cuya figura ha sufrido un gran deterioro interno desde las elecciones catalanas, en las que Carlos Carrizosa, candidato puesto a dedo, logró solo seis diputados con una campaña que también fue muy cuestionada.
Pero por ahora los dardos se trasladan solo en privado y apenas hay rostros que en público se atrevan a alzar la voz. Los críticos, de hecho, optan últimamente por la salida. Solo el siempre díscolo vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, ha movido ficha con una tribuna en ‘El Confidencial’ en la que abogó por un acuerdo nacional con el PP para hacer frente común ante Pedro Sánchez. Bal dejó claro qué piensan por ahora en la dirección: «No hay fusión con el PP».