ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Los guionistas irán a la huelga y amenazan con paralizar Hollywood
Plataformas y estudios deberán ceder a las presiones si no quieren quedarse sin series
Hollywood se encamina a una huelga de guionistas. Con el 98% de los miembros del sindicato de escritores a favor de la huelga y solo el 2% en contra, el posible paro laboral de la producción de contenido cinematográfico y televisivo se interrumpiría el próximo 1 de mayo, cuando termina el actual contrato. Los líderes del Sindicato de Guionista (WGA, Writers Guild Association) cuentan con un margen histórico a favor de la autorización de huelga que les permite maniobrar con seguridad en la negociación del nuevo contrato. Es probable que el fuerte respaldo fortalezca la influencia que tienen los líderes sindicales en unas negociaciones que hasta ahora no han logrado avances significativos.
La transformación radical del negocio de la televisión provocada por el auge de las plataformas de ‘streaming’ ha alimentado en gran medida el conflicto laboral. «Hay una fuerza colectiva, solidaridad y demanda de un cambio significativo en cuanto a los números», dijo la asociación de guionistas en un comunicado. «Armados con esta demostración de unidad y determinación, continuaremos trabajando en la mesa de negociaciones para lograr un contrato justo para todos los escritores». El contrato actual de tres años, que cubre a unos 11.500 miembros, vence el 1 de mayo. La votación, que se llevó a cabo del 11 al 17 de abril, agrega presión a las negociaciones entre la Alianza de Productores de Cine y Televisión y el Sindicato de Escritores de EE.UU. sobre salarios y condiciones.
Los escritores buscan un paquete de aumento en la compensación de su trabajo, valorado en casi 600 millones. Eso incluye aumentos en el salario mínimo y pagos residuales más altos de las plataformas, junto con mayores aportaciones a los planes de salud y pensiones. Los escritores argumentan que, a pesar del auge del ‘streaming’, su salario medio ha caído en la última década.
Para complicar las cosas, estudios como Disney, Warner Bros, Discovery y Netflix viven momentos complejos económicamente y están en procesos de reducción de costes ante el aumento de los niveles de deuda, una reevaluación del negocio y una posible recesión. En un comunicado, la alianza de productores dijo que el voto de ratificación a la huelga no fue una sorpresa. «Nuestro objetivo es, y sigue siendo, llegar a un acuerdo justo y razonable», dijo el portavoz Scott Rowe. «Un acuerdo solo es posible si el sindicato se compromete a centrar su atención en una negociación seria con discusiones completas de los problemas que enfrentan las empresas y buscar compromisos razonables». Sin un acuerdo, los líderes del Sindicato de Guionistas podrían autorizar una huelga a partir del próximo 2 de mayo. «Hay una probabilidad muy alta de que comience la huelga a principios de mayo», nos dijo la guionista y directora Risa García.
El recuerdo de 2007
El Sindicato de Escritores se declaró en huelga en el 2007 en un paro que duró cien días y detuvo gran parte de la producción de Hollywood. Los escritores buscan abordar una serie de prácticas que, según dicen, han socavado constantemente su capacidad para ganarse la vida en la era de la transmisión. Un área que quieren cambiar es el uso de las minisalas, donde se emplea a un grupo de escritores para asumir la carga de desarrollar episodios de una serie de televisión antes de que un estudio lo autorice. Esto, según el sindicato, ha llevado a la erosión de los salarios. «Las minisalas previas a la autorización ha disminuido el salario de los escritores», explica García.
Una huelga significa un duro revés para la economía de Los Ángeles. Tras dos años de pandemia –que prácticamente paralizaron la producción de cine y televisión– y una inflación galopante, la inseguridad laboral dentro de la industria del entretenimiento es un enorme desafío económico. Cientos de miles de personas se preparan para quedarse sin trabajo, no solo en cine y televisión, sino en todas las industrias que este sector alimenta a su alrededor. Sin duda, una huelga significa dificultades financieras para escritores, actores y equipos de rodaje, pero también para conductores, ‘caterings’, editores y toda la cadena de suministro. «Los estudios están obteniendo ganancias récord y gastando más de lo que nunca han gastado para producir un producto al que entregamos todo. Es categóricamente injusto», termina García.
El ‘streaming’ no ha dejado de crecer en la última década, pero quienes escriben sus programas han perdido derechos laborales