ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Hablar de dolor y tristeza cuando se pierde a un hijo
Medio centenar de personas integran la ‘Red Meciendo estrellas’, una asociación que ofrece apoyo a las familias que han perdido a un hijo. Poco a poco se empieza a hablar del duelo
«Las primeras horas estás en shock y no sabes cómo actuar. Te dicen que no hay latido, que se ha parado su corazoncito y, a partir de ahí, todo es una aventura», confiesa Marta S., madre primeriza de Ciudad Real que perdió a su hija nada más nacer. Desde ese momento el dolor, la tristeza y tener que asumir esa pérdida la llevó a no poder hacer una distinción entre sus emociones. «Sabes que debes hablarlo, asumirlo, tener un acompañamiento, pero no sabes a quién recurrir», repite.
Así arranca una historia real. Tan real que muchas veces se oculta. Se convierte en un tema tabú. No se habla y la tristeza es el acompañante permanente de esa familia que ha perdido a su bebé y que necesita un acompañamiento y una atención por ese duelo que no quieren olvidar. A su hijo lo han aprendido a amar de otra manera.
Para ofrecer acompañamiento a muchas familias que en Castilla-La Mancha han sufrido esa pérdida, surgió de manera espontánea, en el año 2020, la Red ‘Meciendo Estrellas’, al que se ha adherido medio centenar de personas que buscan ese apoyo y asesoramiento.
Así lo explica Rebeca Acedo, fundadora de la Red ‘Meciendo Estrellas’, que pasó por esa vivencia y perdió a su hijo a los seis meses. Para ella ese trance fue «algo muy doloroso», confiesa. «Tú necesitas tener recuerdos de tu hijo, en mi caso tendría que haber tenido más tiempo para despedirme de él y tenerlo más en mis brazos. No tuve a nadie para acompañarme», afirma.
«Despedirme de mi hijo»
Rebeca Acedo rememora que meses después de esa pérdida, ella sentía que no podía olvidar a su pequeño y le echaba mucho de menos. «La casa se me caía encima. Así que busqué ayuda con asociaciones de acompañamiento al duelo, hablé con otras mamás y me di cuenta de que no existía un protocolo de acompañamiento en el duelo perinatal», recuerda.
Nadie le explicó y aconsejó que sería positivo tener las huellas de su bebé, tener un espacio de privacidad. «Lue
go quise recuperar el cuerpo para poder enterrarlo y velarlo. Mi madre y mi hermana sí lo vieron. Para mí, el momento más bonito fue tener a mi hijo entre los brazos, poder besarlo y olerlo...», afirma para incidir en que tanto los profesionales como las familias no están preparadas para esta situación.
Así fue cómo Rebeca escuchó que en el Hospital General de Guadalajara existía el protocolo de muerte gestacional y lo pidió. Pero ya era demasiado tarde para recuperar el cuerpo de su hijo.
La caja de recuerdos
La representante de ‘Meciendo Estrellas’ recuerda que en 2020 organizó una jornada online, centrada en Castilla-La Mancha e invitaron a profesionales pioneros del Hospital General de Ciudad Real. Fue tal la respuesta que en la red había dos grupos: las familias y los profesionales sanitarios, con lo que realizan intercambio de in
formación y se organizan jornadas.
Rebeca Acedo recuerda que en los últimos años se ha ido avanzando. Ahora, desde la asociación preparan la caja de recuerdos, una iniciativa que permite a las familias guardar documentos como una carta de condolencias que entregan a cada familia, frases de apoyo, un certificado de nacimiento, en el que se pueda poner el nombre y las huellas del bebé, una vela, una semilla para que se pueda plantar un árbol en nombre de su hijo o hija y la ropa con la que se ha vestido al niño.
«Necesitamos un símbolo, lo bonito es tener un recuerdo de los hijos nacidos sin latido. Tenemos la ecografía, pero esta caja se convierte en algo imprescindible para nosotros por ese amor que tenemos a nuestros hijos», insiste Rebeca Acedo.
Espacio para el recuerdo
Pero desde ‘Meciendo Estrellas’ también reivindican que se habiliten espacios para el recuerdo de los bebés estrella, como el que se ha habilitado en el cementerio de Manzanares. Una iniciativa promovida desde el Servicio de Humanización del Hospital Altagracia de la localidad, y desarrollado y apoyado por el ayuntamiento.
La concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento, Isabel Díaz-Benito, explica que se trata de «un lugar discreto, pequeño, en el que han colocado un olivo, unos bancos y unas mariposas en homenaje a esos bebés».
Delante, una placa con la inscripción del libro ‘El Principito’ que dice lo siguiente: «Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante». Explica Marta S. que para ellos «es un alivio tener un lugar donde llevarles flores y compartir sus recuerdos con otras familias». A lo que añade que, «aunque sea simbólico, tener este espacio es sanador para su familia».
Ese espacio pequeño en los cementerios es un proyecto pionero en la región que desde esta asociación esperan que se vaya extendiendo por otras localidades. De hecho, en los hospitales de Puertollano, Albacete o Almansa, ya se están promoviendo iniciativas similares.