Sánchez inyecta dinero en sanidad para combatir a Ayuso

Centra en la atención primaria y la salud mental sus últimos anuncios de campaña

En una milimetrada ofensiva electoral de anuncios, con las prerrogativas que sólo concede tener a mano el Boletín Oficial del Estado (BOE), Pedro Sánchez llega a la última semana de campaña tratando de centrar en el sistema sanitario el debate y el impacto de las últimas medidas que tomará mañana el Consejo de Ministros, tras haber aprobado la semana pasada otras de ayuda a los mayores, como la del cine a dos euros, o a los pacientes de cáncer, con el «olvido oncológico».

El Gobierno impulsará una inversión de 580 millones en los centros de atención primaria, en el ojo del huracán de las huelgas y reivindicaciones ciudadanas de los últimos meses, y que son competencia de las comunidades autónomas. Y además, el Ejecutivo también dará luz verde a otra partida de 38 millones y medio de euros para la salud mental, tal y como anunció el presidente este fin de semana, antes de ayer en Valencia y ayer en Valladolid, donde compartió cartel con el alcalde de la ciudad castellana, Óscar Puente, uno de los regidores socialistas de capital de provincia que, salvo sorpresa mayúscula, repetirá en el cargo. Casi la mitad de ese dinero, 14,5 millones de euros, irá destinada, según informan desde La Moncloa, a la mejora de equipamientos en esos centros de salud.

Pensando en Madrid

Fuentes del PSOE indican que el secretario general busca así, entre otras cosas, dar un impulso al bloque de la izquierda en Madrid, empeñado en la hercúlea tarea de desbancar al Partido Popular madrileño de Isabel Díaz Ayuso del poder. Sánchez estará el jueves en Madrid con el candidato autonómico, Juan Lobato, y con la exministra y aspirante a la Alcaldía de la capital, Reyes Maroto, y allí repetirá sus ataques a la presidenta madrileña por, a su juicio, impulsar un modelo que deteriora lo público, como demostraría el dato, reiterado una y otra vez en los discursos de campaña, de que hasta «un 40% de los madrileños tienen contratado un seguro privado» o la «paradoja» de que la Comunidad de Madrid sea la que «mayor renta per cápita tiene, por el efecto capitalidad, que no por otra cosa» y al mismo tiempo, «la que menos dinero destina por habitante al sistema sanitario». Enfatizando en un terreno que los estrategas de la Moncloa y Ferraz creen sin duda ganador, el de la defensa de «un sistema de sanidad pública, universal y gratuita», como repite invariablemente en sus mítines, Sánchez aspira a recabar apoyos en la recta final hacia las urnas del próximo domingo. Y para ello explica, ayer ante casi dos mil simpatizantes vallisoletanos, que su antecesor en el cargo, Mariano Rajoy, «no hizo nada» en cuanto a salud mental, y que impuso un recorte de 7.000 millones en el sistema sanitario público, todo ello fruto de una concepción económica «neoliberal». Nada dice el presidente del contexto en el que se tomaron esas medidas, durante la crisis del euro que forzó a varios rescates soberanos en el seno de la Unión Europea (UE).

Tanto en Valencia como en Valladolid, y previsiblemente volverá a hacerlo hoy en Santander, donde se detiene su caravana, el líder de los socialistas esboza un argumentario contra la derecha en el ámbito sanitario, contraponiendo sus políticas con las de la izquierda: «Donde unos ven negocio, nosotros vemos derechos; donde unos ven clientes, nosotros vemos pacientes; donde unos aplican recortes, nosotros reforzamos la sanidad pública... por eso, votar al PSOE el próximo 28 de mayo es votar por una sanidad pública fuerte, gratuita y de calidad», aseveró ayer, recibiendo una fuerte ovación de sus seguidores.

Entrando más al detalle, y en referencia a la situación vivida en 2020 con la pandemia, Sánchez se queja de que España «sólo tenía 4.000 camas UCI», una cifra que pone en comparación con las «más de 20.000 que había en Alemania», un país que dobla en población al nuestro. E igualmente, lamenta haber «heredado» del anterior Ejecutivo del PP «3.000 profesionales sanitarios menos de los que dejó Zapatero», aunque presume de que «hoy hay 90.000 profesionales sanitarios más, y hay 7.000 camas UCI, gracias al compromiso del Gobierno de España», sentencia.