ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Exceso de oferta
En contra del pensamiento general, la caída del precio del petróleo de los últimos meses no se debe a que la demanda se esté debilitando por el enfriamiento de la economía. La realidad es que hay más oferta. Y paradójicamente, la mayor parte del incremento de la producción viene de los países que están bajo sanciones de Occidente; Rusia e Irán, y algo menos Venezuela. El mercado negro funciona. Hay barriles y, probablemente más importante, quien los compre. A descuento, claro. China es el principal comprador pero en la lista podemos encontrar muchos de los (desaprensivos) sospechosos habituales y algunos grandes productores que aprovechan para meter la cuchara con el juego de la bolita.
La demanda en contra de muchos de los augurios sigue como casi siempre, subiendo. Las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía apuntan a un incremento de más de dos millones al día, llevando la demanda a los 102 millones de barriles diarios, nuevo máximo histórico. La demanda, como la economía del mundo, sólo tiene un camino. Y este año el crecimiento puede ser menor pero sigue siendo crecimiento. El consumo conjunto de China e India supera al de Estados Unidos, que representa el 20% del mercado. La demanda de los países emergentes sigue creciendo mucho, lo que contrasta con las flojas perspectivas de las economías desarrolladas.
Y, sin embargo, el precio sigue a la baja porque la oferta se incrementa. El aumento de la producción de Moscú, Teherán y Caracas es de acuerdo con las estimaciones de la Agencia de la Energía de casi dos millones de barriles al día. Y no van a aflojar, todo lo contrario, necesitan la caja. El menor precio que reciben lo compensan con mayor volumen de producción. Y con independencia de los compromisos que puedan llegar con el resto de la OPEC, no tienen ningún incentivo en las circunstancias actuales para reducir la producción. De hecho, Irán ha incrementado un 50% su producción en los últimos cuatro años y Rusia está produciendo más de lo que ha producido nunca.
Y no pensemos que las sanciones occidentales no están funcionando. Si lo pensamos bien, sí lo están haciendo. Es más importante que en la situación actual haya abastecimiento suficiente y que la presión en precios remita por lo que supone para la inflación. Si, además, por el camino se consigue minar el funcionamiento del cartel, mejor. Hay que asumir que los malos no iban a dejar de vender su petróleo, pero que lo hagan a precios más bajos sin que se desincentive la producción. Al final, contra todo pronóstico y sin que sirva de precedente, los países occidentales no nos hemos pegado un tiro en el pie aunque probablemente el resultado no era el buscado.