ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Caos por la prueba oral de catalán: el órgano evaluador la suspende y la consejera la mantiene
Este examen empezó a realizarse el curso pasado y fue criticado por el profesorado
Desencuentro interno en la Consejería de Educación por la prueba oral de catalán que la Generalitat impuso a los centros el curso pasado dentro de su plan de refuerzo de la lengua autonómica en el ámbito educativo. El Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo (CSASE, por sus siglas en catalán), órgano que depende del departamento que dirige Anna Simó, remitió el martes a las direcciones de los centros una circular en la que les informaba de que el examen, incluido en las pruebas de competencias básicas de sexto curso de Educación Primaria y cuarto de ESO, se aplazaba hasta 2025 para no «sobrecargar» al profesorado.
Hoy, sobre las 20.00 horas, el departamento ha enviado una nota en la que contradice al órgano evaluador e informa de que «la consejera Simó ha pedido al CSASE que mantenga la evaluación oral de catalán que se inició el curso pasado», pero con carácter muestral. La prueba era censal a diferencia de la de castellano e inglés, que la realizaba solo una muestra de alumnado.
«Este curso (la prueba), se efectuará en modalidad muestral, en una muestra ampliada de 130 centros educativos entre Primaria y Secundaria. De esta forma se hará compatible la monitorización del estado del catalán en los centros y la descarga de tareas de evaluación en los centros educativos, muy saturados por la implantación por primera vez este curso de las pruebas diagnósticas fijadas por la Lomloe», señala el departamento.
Éste subraya en su nota que será en este curso cuando se lleve a cabo «una evaluación más extensa de la lengua catalana, que será evaluada en las tradicionales pruebas de competencias básicas en 6º de primaria y 4º de ESO, en las pruebas orales de forma muestral en los mismos cursos, y por primera vez en las pruebas diagnósticas de 4º de Primaria y 2º de ESO». Además, Simó se ha comprometido a «mejorar el método de evaluación en las pruebas de 2025».
La prueba oral de catalán, que empezó a realizarse el curso pasado, fue duramente replicada por el profesorado, que la tildó de «improvisada», «mal orientada», y «con clara intencionalidad política». Algunas asociaciones como la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) la recurrieron alegando que «se discriminaba al castellano, ya que a diferencia del catalán y pese a ser lengua oficial en la comunidad y vehicular en la enseñanza, la evaluación era solo muestral».
En el comunicado que envió el martes a los centros, el Consejo Superior de Evaluación les indicaba que después de consultarlo con la Junta de Direcciones, se había decidido «aplazar excepcionalmente un año la realización de pruebas orales censales de todas las lenguas», debido a la sobrecarga de trabajo por los centros que supone la implantación de pruebas diagnósticas nuevas en 2024 fijadas por ley». El curso pasado, realizaron el examen de catalán 160.000 alumnos y otros 8.000 hicieron las pruebas de castellano e inglés.