ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Disminuye un 12,3 % la siniestralidad laboral en Castilla-La Mancha
Destaca el incremento de accidentes por infartos o derrames cerebrales
Los últimos datos del Informe de Siniestralidad Laboral elaborado por la viceconsejería de Empleo, Diálogo Social y Seguridad y Salud Laboral reflejan que en 2023 se produjeron 27.718 accidentes de trabajo con baja en Castilla-La Mancha; un 12,3% menos que en el ejercicio anterior, cuando se registraron un total de 31.613. De esos casos, 236 fueron graves y 33 mortales, 3 menos que en 2022.
El secretario de Organización y Salud Laboral de UGT CLM, Javier Flores, valoró positivamente ese descenso pero advierte de la gravedad de estas cifras. «Tenemos que seguir luchando para hacer desaparecer la lacra de la siniestralidad laboral. Es cierto que los datos mejoran en nuestra región, pero lo hacen a un ritmo muy lento».
Por provincias la siniestralidad disminuye en todas salvo en Cuenca donde aumenta un 2,4 %. Donde más baja es en Toledo, un 18 %, seguida de Albacete un 15,5 %, Ciudad real un 11,6 % y Guadalajara, un 6 % con respecto a 2022.
Entre los aspectos positivos, Flores destacó la bajada de la siniestralidad entre las mujeres, que desciende un 24,8%. Y como dato preocupante, subraya el incremento de accidentes por infartos, derrames cerebrales y otras patologías no traumáticas.
Esta es la causa de muerte de 13 de los 33 fallecidos por accidente laboral en la región en 2023. 5 casos más que en 2022. Y otra subida muy llamativa es la de siniestralidad por accidentes de tráfico en jornada, con 9 fallecidos, 8 más que en el año anterior. El resto fueron como consecuencia de choques, atrapamientos o contactos eléctricos.
En este sentido, Flores explicó que estos datos demuestran que los incumplimientos en materia preventiva por parte de las empresas siguen sucediéndose, y puso el foco en los accidentes mortales por infartos, derrames cerebrales. También apuntó una deficiente gestión de los riesgos psicosociales en los puestos de trabajo, y que urge prestar atención a los grandes problemas de salud mental de los trabajadores».
Por su parte, el sindicato CCOO condenó que Castilla-La Mancha, pese a contabilizar un descenso el pasado 2023, siga siendo la cuarta región con mayor siniestralidad laboral, y ha insistido en que los 33 accidentes mortales que contabilizó la región el pasado año se podrían haber prevenido y evitado. De ahí que volviera a cargar contra el empresariado de la región, al que urge a cumplir la normativa vigente.
«Ante estos datos no podemos estar complacientes, pese al descenso, porque buena parte de los accidentes que se produjeron en 2023 se pueden evitar con unas adecuadas condiciones de salud y de seguridad, y unas necesarias medidas de prevención a implantar en los centros de trabajo», dijo la secretaria regional de Diálogo Social, Institucional y Salud Laboral, Raquel Payo.