ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«Empiezan diciéndote en qué lengua debes hablar y acaban con cómo pensar» Alfonso Rueda
—¿Ser ‘una isla de estabilidad’ y remedio al ‘barullo’ es suficiente reclamo para que le voten?
—No, para nada. Eso es la base para hacer creíble que todo lo que decimos, la ilusión que queremos generar, es realizable. Es más que un eslogan. Yo le digo a la gente que se imagine un multipartito de izquierdas donde pasarían meses discutiendo entre ellos, renunciando a los compromisos que tenían, peleándose… Es lo que vemos en España, donde lo primero es la amnistía y luego la ley de presupuestos ya se aprobará. Yo quiero seguir gobernando desde el 19 de febrero. Ahora que estoy recibiendo a inversores, eso de ser una comunidad tranquila donde nos dedicamos a gobernar y no estamos con los barullos de otros sitios, se aprecia mucho.
—La sanidad pública preocupa en la calle. La oposición les ataca por las listas de espera incluso en la Atención Primaria.
—Soy el primero que reconoce que hay problemas sin resolver, pero exactamente los mismos y un poco más atenuados que en Asturias, Castilla y León o Cataluña. Si el problema es común, la solución debe ser común. Me resulta imposible de entender que algo que depende del Ministerio, como es el cuello de botella del MIR, no lo quiera solucionar. Podríamos formar más médicos, pero la normativa del Ministerio no nos lo permite. Dicho esto, el 70% de los médicos de primaria dan cita en tres días, y el 50%, en dos. Pero la imagen que se quiere dar de sanidad tercermundista, que los hospitales son propios de la guerra de Ucrania, que los consultorios son como el África profunda, la gente sabe que no es verdad. Sé que tenemos que mejorar la Primaria. Nos va a importar mucho. ¿Recortes? Tenemos 1.300 millones de euros más que en el último presupuesto del bipartito.
—¿Está en juego el modelo educativo de Galicia en estas elecciones?
—Los modelos educativos son diferentes. El del PP es un modelo de éxito, con conquistas constantes. Ahora vamos a por la matrícula universitaria gratuita, porque la educación infantil ya lo es. Ese es nuestro modelo. No coincide en muchas cosas con el de la izquierda, si es que se sabe cuál es, porque entre ellos hay diferentes sensibilidades. El Bloque lleva en su programa el monolingüísmo en la educación, que fue una de las razones por las que el bipartito perdió las elecciones. La gente quiere libertad en Galicia, y por supuesto para escoger el idioma en el que quiere hablar. Ese bilingüismo armónico del PP no es el modelo del BNG. Y ahí está el PSOE, que es ambiguo en cosas que, como partido de vocación más amplia, debería tener más claras.
—Hay quien les acusa de que su modelo lingüístico no es tan diferente al del BNG.
—Tengo clara una cosa. Tener dos lenguas cooficiales es una ventaja, un privilegio y algo que tenemos que aprovechar y fomentar. Nunca he ocultado que el gallego como lengua propia debe tener un trato especial por parte de la administración, pero mi frontera es la libertad y la convivencia de las dos lenguas. Cuando empiezan a decirte en qué tienes que hablar, la siguiente fase es que te dicen cómo tienes que pensar. Y si no lo haces, entras en ese reparto que tanto le gusta al BNG de buenos y malos gallegos.
Desplome socialista «El PSOE hace tiempo que está perdiendo crédito. Ahora, con las elecciones, se dan cuenta de la cruda realidad» Responsabilidad de Feijóo «Quien se la juega es el PP de Galicia y yo, que lo encabezo, pero está claro que éste no es un lugar cualquiera para él»
—¿Qué supondría a nivel nacional un gobierno nacionalista en Galicia?
—Yo le diría a los gallegos que vean lo que pasa en Cataluña, el clima de crispación, la falta de gestión, esa deuda brutal que pretenden que le paguemos entre todos, esa falta de solidaridad, ese no sentirse parte de una nación… Si us
ted pregunta, los gallegos se sienten tan gallegos como españoles. Ese es el sentimiento que, sin perder nuestra identidad, nos hace una comunidad estable, amable, con fuerte personalidad pero que se siente parte de España como nación. Todo eso seguramente sería lo primero que se perdiese.
—¿En qué le afecta la amnistía a una señora de Lugo o a un autónomo de Pontevedra?
—La amnistía es un proceso. Lo primero es desigualdad jurídica; lo siguiente será desigualdad territorial y se romperá la solidaridad entre territorios; y lo tercero será desigualdad económica. La única cifra que tenemos clara son los 16.000 millones de euros de condonación de la deuda catalana. Con un reparto objetivo, cada gallego va a tener que pagar 400 euros para poder pagarla. Eso sí, para dejarnos tranquilos dicen que nos van a dar un tratamiento parecido, pero es imposible. La amnistía es la puerta a un trato desigual y preferencial a alguien. Todo influye. Lo que es de todos no se puede repartir entre dos unilateralmente. ¿Por qué no convocan la Conferencia de Presidentes? Porque están hablando con los que les interesa, dándole todo lo que les están pidiendo, y lo que quede, si queda algo, lo repartirán entre los demás.
—La oposición le reclama su asistencia a un segundo debate televisado. ¿Lo habrá?
—Sí, ojalá. Hemos tenido un primer debate, el pactado. Ahora me encantaría un segundo con un planteamiento que la gente va a entender. La alternativa es un gobierno del PP o un multipartito de izquierdas, así que lo normal es que nombren a un representante y debata conmigo. Sería muy clarificador. Depende de ellos. No soy quien para decir quién debe ser mi oponente. Que lo decidan. Solo pido 24 horas desde que se pongan de acuerdo para celebrar el debate, y que elijan incluso el medio.
—¿Teme más anuncios del presidente del Gobierno en esta campaña, como el del buque para el astillero de Navantia en Ferrol?
—Ojalá vengan más anuncios, pero que se cumplan. Las cosas que se prometen en campaña, sobre todo por parte de Pedro Sánchez, tienen la credibilidad que tienen. Pero si son verdad, las aplaudiré incluso en campaña, con independencia del rédito que le pueda sacar el PSOE. Los grandes anuncios que tiene pendientes para Galicia, como
Segundo debate «Ojalá [haya]. Depende de la oposición. Que nombren un representante y elijan incluso el medio» Votos a Vox «No van a sacar representación. No sirven más que para aumentar las opciones de un multipartito»
la financiación de Altri, la llegada de la alta velocidad a las ciudades, una solución para Alcoa, las infraestructuras pendientes como el viaducto [de la A6] que se repara a paso de tortuga… Todas esas cosas no las han anunciado. Si son verdad, yo aplaudiría e invitaría a Pedro Sánchez a anunciarlas, le reconocería el mérito. A mí este papel de conseguidor que ha decidido atribuirse el candidato socialista, que nos avanza cosas que al día siguiente publica el BOE, tengo dudas de que sea rentable electoralmente. Allá ellos.
—La demoscopia le es favorable, pero también lo era con Feijóo en julio...
—He aprendido a fiarme poco de las encuestas. Eso que dicen que la encuesta válida es el día de las elecciones, es verdad. Voy a trabajar como si no tuviera nada ganado. Me da igual lo que digan las encuestas, tanto las que hablan a favor, que son la inmensa mayoría, y las que hablan en contra, que son las de siempre, las del señor Tezanos, que, por otra parte, tiene un índice de aciertos mejorable.
—Encuesta tras encuesta, Vox no logra escaño. Pero en algunas alcanza el 3%. ¿Le preocupa?
—Voy a decir una cosa que llevo meses diciendo: a falta de una semana para el 18F, Vox no va a sacar representación. Por lo tanto, esos votos no van a servir más que para aumentar las posibilidades de un multipartito de izquierdas. Vuelvo a hacer una llamada a la reflexión para esos votantes de Vox.
—Hablando de Feijóo, se ha escrito que su liderazgo en el PP se juega estos días en Galicia.
—Quien se la juega en Galicia es el PP de Galicia y yo, que lo encabezo. El 18 de febrero se decide el futuro de Galicia. Pero es que el PPdeG no es un partido cualquiera para Feijóo, es su partido. Ganó cuatro veces con mayoría absoluta, tiene un especial interés en su corazoncito. A nadie se le escapa que son las primeras elecciones tras las generales y que nos jugamos dos modelos de organización territorial: el del PP, con identidad muy grande en Galicia pero sintiéndonos parte de España; y la opción de izquierdas, que quiere repetir y reproducir lo que vemos que está pasando en Cataluña.
—¿El voto exterior va a ser decisivo?
—El voto exterior es importante, sí, pero yo no me voy a desplazar a hacer campaña en los países con más gallegos. Vale más tomárselos en serio durante los cuatro años. Los atendemos constantemente. La prueba es esa estrategia Retorna, que está consiguiendo variar el censo poblacional de Galicia en positivo. Después de muchísimos años hemos crecido en 7.000 habitantes. Son una parte de Galicia que vive, que está interesada, que nos conoce, que mantiene nuestra cultura. Y tienen derecho a votar, porque hay gente que lo discute. El porcentaje de votación y si son o no decisivos, no lo sé. Hace cuatro años la emigración nos dio un diputado más, el 11 por Pontevedra. En 2009, sacamos 39 y la emigración nos sacó uno. Me gustaría que hubiera una participación mayor y que fuera a favor del PP, y tengo la convicción de que así va a ser.
—¿Pactaría con Democracia Orensana, el partido de Gonzalo Pérez Jácome, si tiene la llave de un gobierno?
—Sobre los pactos tiene que preguntarle al resto de partidos que se presentan, que saben quién va a ganar las elecciones. A mí solo me vale ganar con mayoría absoluta. No estoy pensando ahora mismo en ningún pacto.