ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Zorras de ayer y de hoy
Siempre que puedo y encuentro una excusa, me escapo un fin de semana a Barcelona, consciente de que tal vez un día no muy lejano no me resulte tan fácil, por razones que la razón no entiende, cruzar fronteras o hablar nuevos idiomas. El caso es que esta vez me cundió, y después de retar a duelo de esgrima a Jacinto Antón, visitar las librerías de viejo que aún quedan en pie como trincheras del refinamiento y la cultura que siempre caracterizaron a esta ciudad; leer a Vila-Sanjuán y tomarme un coctel en Boadas con Eduardo Mendoza y Guillermo Garabito, todavía me sobró tiempo para darme un paseo en un atardecer soleado, casi primaveral, por la orilla de la Barceloneta, donde pude observar, no sin cierta admiración sorprendida, el colorido cosmopolitismo de una playa en la que convivían alegremente alemanas en toples, inglesas con litronas, señoras haciendo ‘footing’ con sus mallas fosforito, un grupo de mujeres con ‘ burkini’ y un poco más cerca, sentadas en círculo sobre la arena, unas adolescentes escuchando a toda pastilla a Nebulossa y su ‘Zorra’. Y recordé la lucha de las feministas por empeñar campañas, recursos y publicidad en que las mujeres del siglo XXI entendamos que «solas y borrachas queremos llegar todas a casa».
Y entonces, como los caminos de la mente son inescrutables, recordé también a una de las mujeres más famosas de aquí, Eulalia de Barcelona, la niña de doce años a la que por decir «no es no» le cayeron las doce plagas en forma de castigos legendarios: desgarraron su carne con garfios, le quemaron los pechos, le fregaron las heridas con piedras, le echaron aceite hirviendo y plomo fundido, la lanzaron a una fosa de cal viva, la introdujeron en un tonel lleno de cristales, la encerraron en un corral con pulgas, la pasearon desnuda por la calle y finalmente, la crucificaron en una cruz de aspas.
Como toda leyenda tiene siempre un poso de verdad, esta muchacha pasó a la posteridad engrosando la literatura martirial. Y si hacemos memoria, la lista de hembras valientes como Eulalia ha sido muy larga y, aunque la sociedad las ignora, las catedrales y lo museos todavía las contienen. Dignas ‘Zorras’ del pasado, vivieron enfrentadas a la autoridad de su momento dando la cara y la vida por su propia causa, y nunca necesitaron de la polisemia facilona para defender el orgullo y la dignidad de ser mujer.
«Una encerrona» o «un gesto diplomático para validar decisiones gubernamentales ya establecidas de antemano». Los críticos con los planes del presidente Gustavo Petro temen que en eso pueda convertirse el simposio ‘Perspectivas y Desafíos del Proyecto de Investigación en el BIC Galeón de San José’ que ha organizado el Ministerio de las Culturas de Colombia los próximos 22 y 23 de febrero en Cartagena de Indias. «Espero que los expertos que han invitado no vayan a ser cómplices de lo que el Gobierno de Petro viene promocionando» porque «el evento tiene como objetivo legitimar académicamente su caprichoso deseo de extraer artefactos del galeón San José, sin una justificación científica», sostiene el arqueólogo Juan Guillermo Martín, profesor de la Universidad del Norte y delegado designado por la Red Universitaria de Patrimonio Cultural Sumergido de Colombia (RUPCS) para acudir al congreso.
Esta asociación, integrada por una veintena de arqueólogos, historiadores y profesores colombianos, ha venido mostrando su desacuerdo con la falta de transparencia y las prisas del Gobierno colombiano por «sacar» el tesoro del galeón español, hundido por una escuadra inglesa frente a Cartagena de Indias en 1708 con 600 personas a bordo y un valioso cargamento de oro, plata y joyas. Del oscurantismo que envuelve al galeón da muestra la invitación del congreso, que no informa sobre los «expertos nacionales e internacionales» que intervendrán, en qué orden o qué temáticas abordarán, algo habitual en la organización de estos eventos académicos.
El arqueólogo español Arturo Rey, que desde que trabajó en la Unesco ha seguido con interés el tema del galeón San José, es uno de los que ya ha confirmado su asistencia. «Espero que el congreso sirva a Colombia de garantía de que la comunidad científica internacional está de su lado, si se apuesta por la ética y buena práctica científica » , subraya el profesor de la Universidad de Edimburgo. Para Rey, «todo parece mostrar que Colombia está dando ahora los pasos correctos».
El argentino Nicolás Ciarlo, también invitado, no entra a valorar esos pasos porque «es justamente lo que van a informarnos a varios colegas internacionales en el evento». Este experto del Conicet entiende que «el objetivo general, además de entrar en autos sobre el tema de primera mano, es poder discutir y consensuar entre todos un plan de gestión, investigación y preservación del pecio».
Las fechas para intervenir en el pecio, sin embargo, ya están sobre la mesa. El ministro de las Culturas Juan David Correa informó el 1 de febrero que «entre abril y mayo» la Armada colombiana realizará «la primera extracción de materiales» del pecio. Con su declaración, Correa pretendió «dar un parte de tranquilidad», asegurando que los ministerios de Defensa y Culturas aportarán 18.000 millones de pesos para llevar adelante el proyecto y se transmitirá por las redes sociales todo el proceso. Pero como ocurriera con el Plan de Manejo Arqueológico dado a conocer en diciembre por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), no disipó las dudas sobre la suerte que va a correr el yacimiento declarado BIC, acrecentadas por declaraciones difusas y a veces contradictorias de las autoridades.
El Gobierno colombiano organiza un congreso de expertos en Cartagena para respaldar las extracciones de piezas del barco español
Los críticos se preguntan por «cuál es el verdadero plan del gobierno para extraer el galeón San José».
¿Algunas piezas?
Como patrimonio cultural sumergido, el galeón es inalienable, inembargable e imprescriptible. De ahí que la urgencia del Petro por sacar los tesoros del pecio «lo antes posible» encendiera las alarmas en noviembre. «Esta es una de las prioridades de la administración Petro», afirmó entonces Correa. Tras una reunión con Petro, el ICANH y la Armada en diciembre, el ministro volvió a hablar de «una primera extracción» pero de «algunas piezas que están allí en el lecho, no vamos a excavar nada, están sobre el lecho marino a 600 metros de profundidad, para ver su comportamiento» aunque a renglón seguido añadió que después «pensaremos en una segunda extracción», cuyo alcance no desveló, «para hacer una muestra que es lo que nos comprometimos con el señor presidente».
Según Correa, las piezas extraídas irían a un laboratorio en la sede de la Armada, aunque en su carta abierta de febrero admitió que «se encuentra dispuesto para su dotación», por lo que no cuenta aún con lo necesario para su conservación.
Sorprendió que tras las primeras declaraciones del ministro, la directora del ICANH asegurara en enero en W Radio Colombia que «no se va a ex
El ministro Correa anunció que la Armada colombiana realizará una primera extracción de piezas del pecio «entre abril y mayo»