ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Campañas de erradicación a gran escala
SEGÚN NACIONES UNIDAS, EN 2003 HABÍA EN MARRUECOS 135.000 HECTÁREAS DEDICADAS AL CULTIVO DE CANNABIS. EN 2010, SOLO 50.000.
las montañas del Rif, precisamente, en la zona que va desde Ued-Lau a Taunat de norte a sur y de Targuist a Alcazarquivir de este a oeste, con la ya famosa Ketama más al centro.
Es una región con poco o nulo desarrollo económico y que carece de infraestructuras y de presencia de grandes proyectos como los de Tánger o Nador. Un Marruecos, hasta hace solo dos años, condenado al olvido. Únicamente el cultivo de la preciada planta sacaba adelante a la mayoría de sus habitantes.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito elaboró en 2003 un estudio sobre el cultivo de marihuana en este país donde contabilizaron 135.000 hectáreas plantadas, es decir, un 1,5 por ciento de la tierra cultivable de Marruecos. El análisis estimó en 3.070 toneladas la producción de resina.
Por esta razón, entre 2003 y 2010, el Gobierno de Rabat promovió una política de erradicación a gran escala del cultivo de esta planta dentro de las fronteras de Marruecos. Aquellas normativas afectaron a las tribus rifeñas, que son un pueblo históricamente rebelde, pobre y marginado por el Gobierno central. Las campañas de erradicación se centraron en las provincias de Larache y Taunat. Aquello dio resultado y para 2010 la superficie dedicada al cultivo de cannabis era de tan solo 50.000 hectáreas. El 25 de febrero de 2021 el gobierno aprobó un proyecto de ley por el que se legaliza el uso medicinal e industrial del cannabis, con el objetivo de mejorar los ingresos de los agricultores y protegerlos del narcotráfico, aprovechando las oportunidades que brinda el mercado global.
La Agencia Nacional de Regulación de las Actividades Cannábicas (Anrac) comenzó a operar en Marruecos en 2022 y su creación siguió a la aprobación de la mencionada ley. La Anrac se encarga de regular todas las etapas de la cadena productiva del cannabis, desde la importación de semillas hasta la comercialización de los productos finales, con el objetivo de abrir oportunidades de desarrollo en las zonas de cultivo y prevenir el uso ilícito de las licencias para fines delictivos. La agencia ha emitido 609 autorizaciones para diversas actividades relacionadas con el cannabis en el país, abarcando desde el cultivo hasta la transformación, incluyendo exportación, importación de semillas y transporte.
En 2023, certificó 2,1 millones de semillas para 277 hectáreas, beneficiando a 416 agricultores en cooperativas. La producción de cannabis alcanzó 294 toneladas. A partir de 2023, los productos de cannabis a base de CBD se podrán comercializar en suplementos y cosméticos. La Anrac también asegurará el cumplimiento de las regulaciones en 2024, centrándose en promover la variedad local de cannabis y su inversión, acorde con el mercado global. Los laboratorios marroquíes ahora pueden analizar y certificar productos de cannabis para su posterior venta.
Dimensión regional
A pesar de las promesas de mayores ingresos y desarrollo regional, muchos son reacios a abandonar el mercado ilegal, dada la desconfianza hacia el Estado y la falta de claridad sobre los beneficios económicos y las condiciones del mercado legal. La ley de 2021 busca transformar los cultivos ilícitos en actividades legales sostenibles, pero la transición plantea desafíos significativos para los cultivadores acostumbrados a operar fuera de la legalidad.
Dos años después del cambio de norma, los productores de cannabis del Rif se enfrentan a una situación de incertidumbre. El negocio supera ya las fronteras locales y tiene una dimensión regional. Los últimos escándalos sugieren la intervención de cárteles del Sahel en el narcotráfico de países del Magreb, Marruecos, y, en consecuencia, España, y resta crédito a los políticos por la implicación de algunos.
«El primer diseño lo trabajamos tal como usted y yo estamos ahora: en una pequeña cafetería, sobre una servilleta de papel. Mi socio esbozó un boceto que fue el génesis de nuestro primer dron espía. Suena surrealista, pero así comenzó todo. Nunca imaginé que a mi edad tendría que reinventar mi vida profesional y empezar a producir drones para combatir a Rusia», cuenta Igor Finyak, CEO y cofundador de Skyassist, una de las principales empresas de vehículos no tripulados de Ucrania. Igor era un abogado reputado en Ucrania con inversiones inmobiliarias antes de la invasión rusa. Cuando Rusia invadió Ucrania, dedicó todos sus esfuerzos a ayudar a cientos de miles de compatriotas que huían hacia zonas seguras del país, escapando de la guerra. Fue entonces cuando conoció a quien se convertiría en su socio, un talentoso ingeniero de una ciudad del norte de Ucrania (que prefiere mantener su anonimato para este reportaje) y con quien comenzó la titánica misión de armar al país con un ejército de drones. «Siempre tuvimos claro que teníamos que ofrecer soluciones reales, inmediatas y fiables para nuestras tropas. Desde el momento en que nuestro prototipo de dron fue aprobado por el gobierno, comenzamos su producción en serie. A día de hoy, ya vamos por la tercera evolución y somos capaces de entregar más de mil unidades mensuales, y seguimos ampliando nuestra capacidad de producción. Nuestro dron espía no es el único producto que fabricamos. También producimos una variante kamikaze del mismo modelo y un dron acuático de gran autonomía capaz de llevar una alta carga explosiva», asegura.
Ucrania se ha visto en la necesidad de buscar nuevas formas de combatir en esta guerra para igualar fuerzas frente a un enemigo ruso muy superior en efectivos y recursos. Ha sido en el sector privado y, concretamente, en el sector tecnológico donde Ucrania ha encontrado ese valor diferencial que le ha permitido hacer daño a Rusia en el frente y cubrir sus grandes déficits armamentísticos que la ayuda militar de Occidente no termina de solventar. «Es el sector privado el que ha dado un paso adelante para cubrir esta necesidad. Sin embargo, no sería justo no señalar la gran ayuda y compromiso que tiene el Gobierno del presidente Zelenski vía los ministerios de Transformación Digital y el de Defensa bajo el paraguas de sus proyectos ‘Brave 1’, ‘Army of Drones’ o ‘ United 24’, que han brindado apoyo y financiación a muchos de nosotros en esta carrera