ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«ES EL ÚNICO EJEMPLO DE OCCIDENTE CON UNA TASA DE FECUNDIDAD QUE ES SANA»
esas personas se vuelven a emparejar y tienen ganas de tener hijos o no.
— ¿Acaso no hemos forjado una sociedad en la que tenía premio el individuo que no tenía hijos y las mujeres no han hecho más que imitarlos para competir en ella?
— Sí, es así y además se desvaloriza lo bueno que es tener hijos. Es una sociedad demasiado materialista que dice que si tienes hijos vas a tener menos dinero. A los hombres generalmente no les penaliza en cuanto a salario, pero los hijos cuestan dinero. A cambio te retribuyen con un valor sentimental y espiritual que es lo que está desvalorizado. Pero quisiera romper una lanza en contra de que toda la responsabilidad se haga recaer en las mujeres. De hecho, en la mitad o más de los casos es el hombre el que no quiere tener un hijo o un siguiente hijo. La gente también populariza estos mitos de que ‘se hace lo que la mujer quiere’. Pues no. La mayoría de los hijos se siguen teniendo en pareja. En Arabia Saudí, por ejemplo, un país supermachista, la tasa de fecundidad ha caído de seis o siete hijos por mujer a dos o menos en 40 años y sigue siendo el hombre el que manda.
—¿Hay algún país que haya conseguido revertir la baja natalidad?
— Revertir de verdad, no. Ha mejorado Hungría, algo Francia. El único país occidental o desarrollado que tiene una natalidad verdaderamente sana, pero es especialísimo, único e irrepetible, es Israel. Israel tiene tres hijos por mujer de media. Es verdad que sin lo que aportan los ultraortodoxos y los ortodoxos no llegaría, pero sigue siendo una cosa positiva. Los ultraortodoxos, están en seis y pico hijos por mujer, los ortodoxos a secas en cuatro y pico, los creyentes en 2,7 y los laicos o ateos un 2-1,9, menos que nosotros. En Israel se ve clarísimamente lo que todos intuimos aquí cuando decimos que la gente del Opus Dei tiene más hijos. Pues claro, ¡es que la gente más religiosa tiene más hijos!